Mateo parece ansioso por sumergirse en la piscina. Se coloca las boyas y se lanza al agua. No deja de chapotear. Avanza despacio, pero confía en sus movimientos. La natación podría definirse como una experiencia placentera y estimulante.

Según el deportólogo Alexei Darque, esta práctica deportiva estimula las áreas cardiovasculares, respiratorias, inmunológicas y renales. Además, es la disciplina que menos lesiones causa, porque exige una postura horizontal. De hecho, no genera impactos contra el piso. Si no hay contacto con una superficie, no hay posibilidad de fracturas en las rodillas o esguinces. El especialista recomienda practicarlo desde los primeros años de vida. Aunque es una actividad lúdica para todas las edades, saber nadar es —además— un seguro de vida. Que los niños y adultos sepan nadar o, como mínimo, defenderse en el agua puede ser clave en una situación de peligro.

A temprana edad la natación sirve como medio de estimulación. Además, el niño crea fuertes lazos afectivos con sus padres cuando ellos los mantienen relajado en el agua. Byron Mora, entrenador de natación, considera que entre los 3 y 6 años tiene lugar un proceso de adaptación, de dominio y de sobrevivencia. En algunos países, de Europa sobre todo, la enseñanza de natación está contemplada en la malla curricular. En nuestro país, los padres recurren a centros especializados para que sus hijos aprendan este deporte.

Beneficios en el campo terapéutico

Esta disciplina también es valorada en el campo terapéutico. Es una práctica recomendada para las personas que sufren de artritis. En la actualidad, una de cada 3 personas en el mundo tiene alguna variedad de esta afección. Aunque hay más de 100 tipos diferentes, la mayoría se caracteriza por dolor, rigidez e hinchazón de las articulaciones.

El ejercicio acuático es considerado una forma suave de ejercitar los músculos y las articulaciones. El agua soporta las articulaciones, disminuye la tensión y permite la libre movilidad. De igual manera, esta actividad deportiva también es recomendada para las mujeres embarazadas. Alexei Darque explica que el agua permite que los músculos se relajen lo que es de ayuda durante el parto. Para Byron Mora el dominar un medio ajeno al que vivimos mejora la confianza en sí mismo, lo cual ayuda a las personas a desenvolverse mejor en su vida.

Hoy en día, la natación resulta beneficiosa para las dolencias en la columna vertebral, ya que fortalece los músculos de la espalda sin someterla a la carga impuesta por la gravedad, así como para combatir las varices y el asma.

Lo que se debe saber antes de nadar

Es necesario realizar un calentamiento previo de 10 a 15 minutos para estirar los músculos. Un buen ejercicio para relajar los brazos, consiste en alzarlos y doblar el torso ligeramente. Lo ideal es sostener el movimiento y estirar al máximo los brazos y la espalda.

Algunos deportólogos también sugieren concentrar el calentamiento en la espalda, ya que es una de las zonas que más se trabaja. Para estirar la espalda hay que sentarse en el suelo, doblar la pierna izquierda y llevar la derecha hacia atrás. Luego hay que estirar los brazos hacia arriba y arquear un poco la espalda. Con este ejercicio se tonificarán y estirarán los músculos del cuello a la espalda. También es necesario, evaluar la intensidad del entrenamiento.

En el caso de los niños y adolescentes, la carga de entrenamiento dependerá de su capacidad respiratoria. Por lo general, es recomendable nadar de 2 a 3 veces a la semana durante una hora. Antes de nadar de forma intensiva, es importante visitar un deportólogo.