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El Telégrafo
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Los cuencanos quieren llegar a tiempo

Varias instituciones públicas y privadas, y ciudadanos en general apoyan la iniciativa ‘Yo respeto la hora’.
Varias instituciones públicas y privadas, y ciudadanos en general apoyan la iniciativa ‘Yo respeto la hora’.
26 de julio de 2015 - 00:00 - Rodrigo Matute Torres

La puntualidad en Cuenca casi ha pasado a un segundo plano. Con excepción de algunas instituciones y personas, muchos creen que con atrasarse 5 o 10 minutos no perjudican a nadie, menos al tratarse de un evento al cual se puede llegar hasta unos 30 o 40 minutos tarde.

En una ocasión, el inicio de una de las sesiones del Concejo Cantonal de Cuenca tardó una hora, algo similar sucedió en un evento de la empresa Etapa EP que comenzó 42 minutos después de la hora fijada, incluso ha sucedido con actos que organiza el Gobierno Provincial del Azuay.

Pero los atrasos no solo se dan en el sector público, también suceden en eventos particulares como el registrado el pasado 10 de julio en el coliseo Jefferson Pérez cuando un concierto comenzó con 2 horas de atraso, según comentó Xavier Vidal, asistente. Lo mismo sucede con eventos deportivos que se realizan en diferentes sectores de la urbe y que jamás empiezan puntuales.

A todo esto se suman los festejos familiares, a los cuales “es común llamar a las 20:00 para comenzar la fiesta a las 21:00”, como señala Joselo Carrión, quien agrega que este tipo de atrasos han sido una costumbre en nuestro medio.

Con este antecedente, se inició una campaña de puntualidad denominada ‘#yorespetolahora’ que al momento ya tiene a 19 instituciones comprometidas con la iniciativa: la Universidad de Cuenca, la Universidad del Azuay, la Facultad de Comunicación de la Universidad Católica, la Universidad Politécnica Salesiana, el Instituto Kevin, la Cámara de Comercio, el Club Deportivo Cuenca, el Ministerio del Deporte, la Federación Deportiva del Azuay, la Escuela de Marcha, la Gobernación del Azuay, el Hospital José Carrasco del IESS, la Curia de Cuenca, los colegio Borja y Benigno Malo, el Instituto de Tecnologías Sudamericano, el Comité Permanente de Festejos de Cuenca, la Fundación Fupec que ayuda a personas que con cáncer y el Consejo de Gobiernos Parroquiales Rurales del Ecuador (Conagopare), aparte de personas e instituciones que se han unido de manera voluntaria como Rodeport, Publix y el restaurante MYO o los periodistas Xavier Vidal, Efrén Monje, Fabián Ortiz y Juan Lucero que apoyan la campaña.

Al año 2003, la impuntualidad dejaba pérdidas al país de hasta $ 2.300 millones anuales, según la Universidad Internacional del Ecuador. La cifra, según los cuencanos, no ha disminuido porque continúan los atrasos e incluso algunos creen que esta ha aumentado.

“Lamentablemente tenemos una fea tradición que es ser impuntuales en todos nuestros actos, pero ya debemos superarla”, indicó Marlene Tapia, quien además señaló que esta iniciativa requiere el apoyo de todos los cuencanos para hacer de esta una ciudad culta y puntual.

Según el rector de la Universidad del Azuay, Carlos Cordero, el país, además de perder dinero, sigue perdiendo esta costumbre tan importante en la vida de las personas. “Nosotros, en la institución, tratamos de ser muy puntuales e iniciamos todo los eventos a la hora prevista, porque hay que respetar el tiempo de los demás”, dijo, y es así que en este centro de estudios la puntualidad se ha convertido, más que en un slogan, en un compromiso entre todos los que forman parte del ente estudiantil.

Mientras tanto, para el director del hospital José Carrasco del IESS, José Borrero, esta propuesta es interesante: “Una de las cosas que nos debe caracterizar a todos es la puntualidad. En muchas ocasiones es una virtud y en otras un defecto, porque cuando uno es puntual no tiene la paciencia para esperar a los demás”.

Borrero agregó también que se debería, a través de esta campaña, eliminar la famosa “hora cuencana” para el inicio de los eventos, que debemos procurar ser puntuales y buscar un cambio en la idiosincrasia de los cuencanos.

El entrenador de marcha Luis Chocho fue un poco más allá y dijo que los deportistas son los más puntuales, “si un atleta llega un segundo tarde a la meta, hemos perdido una medalla”, manifestó el entrenador.

Existen varios factores y excusas para llegar atrasados: el tráfico en las calles que ahora están abiertas para la construcción del tranvía, haberse quedado dormido, el no tener luz, entre otras.

“Pero nadie o muy pocos reconocen su atraso”, según los ciudadanos consultados. “La impuntualidad no solo afecta en el aspecto económico, sino también en el aspecto sentimental de la persona. Por ejemplo, si usted tiene una cita con un amigo, la novia o el novio, y quedan a una hora determinada y esta persona no llega a tiempo, la próxima vez ya no le toma en serio porque es impuntual, indica Xavier Vidal, uno de los impulsores de la campaña.

Los mentalizadores de la iniciativa señalan, en cuanto al alcance y tiempo de duración de la propuesta, que esta va a tomar un buen tiempo: “Tiene que ser constante, con el propósito de que el ciudadano adopte la costumbre de la puntualidad. Este hábito tiene que entrar en la cultura de las personas; lo que se busca es unir a la mayor cantidad de instituciones para que ellos sean el ejemplo y sean multiplicadores de la campaña”, indicaron.

Las redes sociales también cumplen un papel importante en la difusión de la campaña. En Facebook, por ejemplo, los encuentras como Yo Respeto la hora y en Twitter como @Cuencanopuntual, en ambas redes ya se ha recibido comentarios de apoyo como el del Gobernador del Azuay, Leonardo Berrezueta, quien hizo una invitación pública para que más ciudadanos se unan a esta campaña.

Con el reloj

- El proyecto ‘Yo respeto la hora’ inició su etapa de socialización con la ciudadanía cuencana en mayo de 2015. En septiembre se espera firmar un acuerdo ciudadano en el que las instituciones y la sociedad en general se comprometan a ser puntuales.  

- En diciembre de 2015 se reunirán las autoridades competentes y los representantes del proyecto para evaluar los resultados y prolongarlos para los próximos años.

- Estudiantes de la Facultad de Comunicación de la Universidad del Azuay se comprometieron a realizar un proyecto que promueva la puntualidad en Cuenca.

- Ambato es otra ciudad que promueve la puntualidad. En 2001 se puso en práctica la conocida “hora ambateña” como ejemplo.

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