Minutos antes de la medianoche, el momento más esperado por casi 3.500 jóvenes congregados en la Quinta San Luis de Lumbisí, al este de Quito, llegó: la banda de rock pop Babasónicos subió al escenario.

La agrupación argentina era la invitada de honor del Cornetto Music and Love Fest que por primera vez se llevó a cabo en Ecuador y que ofreció 10 horas continuas de rock, metal, funk y rock alternativo a los asistentes.

La banda abrió su presentación con la canción ‘Uso’ del álbum Romantisísmico. A esta le siguieron los temas ‘Risa’, ‘Burócratas del amor’, ‘Aduana de palabras’, ‘La lanza’, entre otros.

Los fanáticos se mostraron contentos de compartir con la banda que llegó al país luego de varios años de ausencia. Una de ellos fue Majo Zambrano, de 21 años, quien viajó desde Portoviejo (Manabí) solo por verlos. Ella, junto a un grupo de fans, además, tuvo la suerte de ganar el concurso realizado en Twitter para conocerlos en persona. “Quiero saludarles, espero darles un abrazo y conversar con ellos”, señaló emocionada.

Previamente las agrupaciones emergentes Mala Vibra (Cuenca), Los Valverde (Latacunga) y Les Rat (Guayaquil), que resultaron ganadoras del concurso organizado por el auspiciante, encendieron el ánimo del público.

A las presentaciones de estos grupos se sumaron las de las bandas nacionales de trayectoria Da Pawn, Sunshine and The Makenzie Sound, Bueyes de Madera, Munn, Alkaloides, Rocola Bacalao y el artista urbano independiente Guanaco.

Uno de los momentos cumbre del festival fue cuando apareció en el escenario el grupo Swing Original Monks. Las composiciones de esta banda que fusiona sonidos con ayuda de beats electrónicos, ritmos populares y urbanos fueron coreadas y bailadas por el público. Esta agrupación quiteña estuvo de gira hace un par de meses por 8 países y 30 ciudades de Europa.

Además de la música y el baile, hubo una feria gastronómica para todos los gustos. Hubo comida rápida y platillos para vegetarianos.

Pero ahí no acabó la diversión, pues también hubo actividades lúdicas al aire libre. Los jóvenes podían jugar futbolín, o realizar competencias en mesas de hockey y en las máquinas de baile pump it up.

Juan Francisco Páez, gerente de la empresa organizadora, comentó que debido a la acogida, tanto del público como de las bandas emergentes que participaron en el concurso (fueron 50 en total), de este primer festival se tiene previsto realizar uno similar el próximo año.

El concierto contó con 120 personas de seguridad privada y más de 20 elementos de la Policía Nacional, que verificaron que la jornada se desarrollara con tranquilidad y que el evento fuera cero alcohol. (I)