Las negociaciones avanzan y en ellas pesan mucho las oportunidades para las dos partes. No se trata de ‘negociar’ a favor de uno, sino de las enormes posibilidades para el desarrollo de Europa y Ecuador. No podemos afirmar, como antes, que desde el otro lado del mar está toda la grandeza y la maravilla.
Hemos podido construir otro imaginario y otras realidades para aportar soberanamente y recibir sin condiciones ni sometimientos. Falta poco para cerrar la negociación y, por lo expresado por el presidente Rafael Correa, nuestro país no caerá en el ‘boboaperturismo’ ni en el ‘boboproteccionismo’.
Y eso, posiblemente, no satisfaga a todos, pero tampoco se hace pensando en unos pocos. Lo más importante es que nuestra economía se sostenga con nuestra producción para superar el modelo que nos dio atraso e inequidad.