Ecuador, 21 de Mayo de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo

Más racismo para todos los gustos, sin censura previa

24 de agosto de 2014

En nuestro país, recientemente, hubo un debate público, a partir de una caricatura grotesca y racista. La ‘obstrucción intelectual’ (sobre todo del aparato político y mediático de la derecha) impidió profundizar si lo expresado por el caricaturista derrochaba racismo o solo era el simple acto ‘legítimo’ de su ‘absoluta libertad de expresión’ y de crear en el papel.

Estos días, en EE.UU. hay protestas antirraciales muy marcadas por un comportamiento que ningún caricaturista se preciaría de burlarse y mucho menos alabar en las redes sociales como sí lo hicieron por nuestras tierras. Acá los que dicen que ejercen la libertad de expresión no han denunciado, ni en caricaturas, ese crimen cometido contra dos ciudadanos afroamericanos y que ha provocado una reacción de indignación en amplios sectores sociales, académicos, intelectuales y de periodistas libres e independientes.

El racismo es una expresión estructural de modos y visiones sobre el otro, el diferente y el ‘extraño’. Aunque esos mismos defensores de la libertad de insultar lo olviden, la xenofobia y el racismo van de la mano, al punto que los dos términos se usan como sinónimos. Y sus manifestaciones más evidentes no están precisamente en las peroratas a favor del bien común o de la convivencia democrática.

¿No hay una expresión de racismo también en la esclavitud a la que fue sometido un niño ecuatoriano en Chile dado su origen indígena? ¿Lo habrían hecho con más facilidades con un ‘blanquito’? ¿Y el ataque virulento contra Agustín Delgado ocurrió solo porque no leyó bien un texto en su condición de asambleísta? ¿La reacción de cierta prensa occidental a los crímenes de guerra que ocurren en la Franja de Gaza no es otra expresión racista camuflada y hasta disfrazada de defensa de un grupo humano amparado en un Estado concreto?

La reflexión colectiva de estos temas conlleva un sentido pedagógico social, pero no ocurre, se estanca y enreda en los lugares comunes a los que nos acostumbran los medios y los supuestos expertos, que en realidad son opinadores de la prensa privada. Y, por supuesto, esa pedagogía también sería saludable para aquellos caricaturistas que se alejan de su humanismo, de aquel que evocan y apelan para defender sus derechos humanos y políticos.

Por ahora, mientras no ocurra otro acto racista -ese racismo que se esconde en los pliegues de la piel social del país y del mundo-, ocultaremos nuestras fobias con demandas supuestamente democráticas para vivir mejor, aunque ese vivir mejor reniegue del otro, del diferente y del ‘extraño’.
Y cuando ocurra otro acto discriminatorio, veremos aflorar las mismas tesis para reafirmarlo. Incluso, si llega a ocurrir, será un buen motivo para ‘reflexionar’ mediáticamente, pero alejará toda posibilidad de consolidar una sociedad más tolerante.

Contenido externo patrocinado

Ecuador TV

En vivo

Pública FM

Noticias relacionadas

Social media