De algo estamos claros: EE.UU. no elabora informes sobre la situación de los derechos humanos con absoluta objetividad ni inocencia. El gesto del presidente Rafael Correa de aupar, con afecto y respeto, la visita del secretario de Estado, John Kerry, fue ‘correspondido’ por el gobierno de Obama con un informe elaborado con base en las denuncias de la oposición ecuatoriana.
Entonces, ¿con quién tiene que reunirse Kerry? ¿Para lanzar la zanahoria después del garrotazo? Esa ha sido la ‘política’ hacia América Latina. La ofensiva de la derecha cuenta con esta estrategia sustentada por EE.UU. hacia Cuba y que ahora se extiende a Venezuela y Ecuador. ¿Debería Kerry pensar bien antes de pisar un suelo donde supuestamente se violan los derechos humanos?