Ya son demasiadas las muestras y evidencias de la nueva estrategia de la derecha mundial: financiar ONG, gestar ‘líderes’ jóvenes, organizar reuniones y destacar valores ‘universales’. Como reconocen algunos analistas estadounidenses: si antes fue intervención directa y camuflada desde la CIA, ahora son las ONG ‘nacionales’ las que actúan en Ucrania, Rusia, Venezuela, Brasil, Ecuador y donde exista el mínimo riesgo de perder el control político, además de la influencia a favor de sus empresas. ¿Por eso abundan ahora -en nuestro país también- periodistas y agencias que se declaran independientes, sin filiación política, haciendo investigaciones ‘profesionales’, con financiamientos indirectos.
¿Ellos, como antes ya lo hizo la CIA, ‘revelan’ al mundo una realidad creada y construida en otro país?