Del total de personas con alguna clase de discapacidad que está empadronada para sufragar y sin estar obligadas a acudir a las urnas, el 76% se presenta y ejerce su derecho al voto. Esto demuestra que ejercer el voto en Ecuador no tiene ningún tipo de limitaciones, un hecho que es reconocido internacionalmente.

Desde 2005, por primera vez se comenzó con esta iniciativa que es llevada a cabo conjuntamente por el Consejo Nacional Electoral (CNE) y por el Consejo Nacional para la Igualdad de Discapacidades (Conadis). Desde entonces, la participación de estas personas ha ido en aumento y se han ejecutado varias acciones que se repetirán durante la consulta popular del 4 de febrero.

En cada recinto electoral habrá voluntarios para ayudar a los ciudadanos que requieran algún tipo de asistencia. En la actualidad existen 374.409 personas con alguna discapacidad empadronadas para ejercer el voto voluntariamente. De ese total, 1.663 compatriotas viven en el exterior. Existen varios mecanismos para sufragar. Uno de ellos incluye la posibilidad de votar en la casa.

Esto significa que representantes del CNE pueden llevar la urna al domicilio de personas con discapacidad severa y mayores de 65 años. Con el voto preferente las personas que están en la columna, a la espera de su turno, se podrán acercar directamente a la junta receptora del voto. Mediante el voto asistido, la persona con discapacidad puede llevar a un familiar o amigo hasta la urna para facilitar la acción de sufragar.

Hay otro mecanismo para las personas con discapacidad visual que recibirán las papeletas impresas en el sistema braille. Existe un servicio especial de taxis que trasladarán a las personas desde sus casas, para lo cual deben registrarse en el Conadis. Son acciones importantes para facilitar y garantizar que se cumpla el derecho al voto sin restricciones.

El Centro Internacional de Estudios Parlamentarios otorgó a Ecuador el primer puesto a escala mundial en materia de accesibilidad electoral. (O)