Teresa Jaramillo esperaba en el vestíbulo de la Clínica Tumbaco noticias de su sobrina Cinthia Córdova, una de las víctimas del accidente ocurrido la madrugada de ayer en la vía Quito-Papallacta. La había visto unos minutos en la mañana y los médicos le informaron que tenían que operarla para corregir la fractura en la pierna derecha que le produjo el accidente.

Teresa cargaba a Melanie, la hija de 11 meses de su sobrina, quien también viajaba en el bus de la cooperativa Loja accidentado en el kilómetro 6, en el sector conocido como la ‘curva de la muerte’.

La mujer agradecía “el milagro” de que la pequeña prácticamente no hubiese sufrido ningún rasguño en la caída de la unidad a un barranco de alrededor de 100 metros. La única señal que tenía la criatura del hecho era un pequeño derrame en su ojo izquierdo como producto de un golpe.

Para Teresa y su esposo, Segundo Jitala, la búsqueda de ambas empezó alrededor de las 03:00, cuando recibieron el llamado de Jorge Córdova, padre de Cinthia desde la provincia de Orellana.

El hombre se había enterado del accidente por la Policía y pidió a sus parientes, que viven en Guayllabamba (al nororiente de Quito), que buscaran a su hija y su nieta. A la pareja no le resultó fácil encontrarlas, a pesar de que Segundo, desoyendo los consejos de los socorristas, bajó hasta el fondo del barranco a buscarlas.

Teresa, mientras tanto, chequeaba las camillas que los bomberos iban apilando con heridos sobre la carretera con la esperanza de hallarlas. Más tarde y ya con la desesperación encima, se enteraron de que una ambulancia había transportado a la muchacha y a la niña hasta una casa de salud privada.

Alrededor del mediodía esperaban la llegada de alguno de sus parientes desde la Amazonía para que  fuera hasta la Clínica Cotocollao. Allí se encontraba una prima de Cinthia (Verónica Álvarez), de 18 años, quien tenía una rotura de cabeza y, según les habían avisado, tenía que ser operada.

Teresa no sabía demasiado sobre el accidente. Solo lo que le había contado su sobrina: que al llegar al lugar del percance, el controlador de la unidad los despertó gritando “cójanse, cójanse”.

El hombre se habría tendido en el pasillo del bus como medida de protección ante el inminente choque.

Cristian Rivera, vocero del Comité de Operaciones de Emergencia (COE) Metropolitano, indicó que el bus (disco N°97) recorría a gran velocidad una pendiente que termina en la ‘curva de la muerte’.

Según Rivera, la unidad iba a tanta velocidad que atravesó las barandas de seguridad y cayó al fondo del barranco con las llantas hacia arriba.

Hasta las 13:00 de ayer se había confirmado la muerte de 3 personas y la existencia de 38 heridos. Once de los heridos fueron trasladados al Hospital Docente Calderón, según confirmó Danny Flores, jefe del área de Emergencia de la casa de salud estatal.

De estos, 5 habían sido dados de alta durante la mañana; uno más había sido trasladado a un hospital de tercer nivel por la gravedad de sus heridas y 4 más se hallaban estables y en observación.

Rafael Luje, director del Área Crítica del Hospital San Francisco del IESS, confirmó que a esa casa de salud habían llegado 3 personas. (I)

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La reducción en el primer semestre es del 12%

Alianza público-privada pretende hacer conciencia sobre siniestros de tránsito

La Agencia Nacional de Tránsito (ANT) y representantes del sector privado sellaron ayer el compromiso ‘Por un buen camino’ bajo el cual liderarán la construcción de un Ecuador sin accidentes de tránsito.

En este convenio público-privado, que tiene como finalidad impulsar la seguridad vial en el país, participan empresas como Claro, Cervecería Nacional, Difare, Servientrega, hotel Marriott y otras más.

Michel Doumet, director ejecutivo de la ANT, indicó que la iniciativa está vigente en Ecuador desde octubre de 2015. “Estamos conscientes de que la seguridad vial es un trabajo en conjunto de todos los actores de la sociedad”.

En la fase inicial del programa está contemplada la capacitación al personal de cada empresa. Los ejes de los talleres son comportamiento seguro al volante, valores y seguridad vial.

Según cifras de la ANT, en el primer semestre de 2016 los siniestros de tránsito se han reducido en un 12%.

Posteriormente, la Agencia motivará para que las empresas lideren actividades en donde se estimule a los consumidores a cambiar los patrones de conducta que provocan accidentes fáciles de evitar, como el uso del celular; la colocación del cinturón de seguridad; la inutilización del paso peatonal o cebra, entre otros.
La ANT hizo la invitación para que otras empresas se sumen a este convenio público-privado. (I)