Para Carina Agila, ‘Doncella’, ‘Rodaballo’ y ‘Cornuda’ son un motivo de orgullo. Las vio nacer, crecer, tomar forma y ahora que ya están a punto de partir, siente que el esfuerzo de los últimos 6 meses valió la pena.

Ella es ingeniera naval, trabaja en Astilleros Navales Ecuatorianos (Astinave EP) y actualmente se desempeña como jefe de buque del proyecto Esparta. En él se encargó de coordinar la construcción de las 3 embarcaciones, cuyo destino final es el Canal de Panamá.

‘Doncella’, ‘Rodaballo’ y ‘Cornuda’ son las primeras lanchas que la empresa pública vende al exterior, ya que hasta el momento sus productos habían sido para abastecer el mercado local.

Las naves fueron elaboradas con mano de obra e ingeniería 100% ecuatoriana lo cual les da un ‘plus’ ya que, según Agila, “es el sello que estamos poniendo de Ecuador en aguas extranjeras. Contamos con un personal altamente calificado, alrededor de 25 personas certificadas por una casa clasificadora de alto prestigio, que es Lloyd’s Register”.

La construcción se inició en diciembre pasado, luego de que Astinave ganó la licitación. Desde entonces han trabajado día y noche para cumplir con los plazos y las exigencias del cliente. “Nos sentimos satisfechos porque las hemos hecho en un tiempo estándar”.

Características de las naves

Las lanchas tipo LT-AST-1605 cuentan con una eslora de 16 metros, manga de 5.16 m, velocidad de 25 nudos y poseen capacidad para 6 pasajeros y 2 tripulantes. Al momento se encuentran en las instalaciones de Astinave, en el sur de Guayaquil, donde se efectuó el volteo y botadura.

La etapa siguiente consistió en la instalación de los sistemas eléctrico, electrónico, auxiliares, habitabilidad y equipos de seguridad y salvamento. Finalmente se realizarán las pruebas de muelle y mar.

De acuerdo con el cronograma, el viernes 12 de mayo las embarcaciones zarparán rumbo a Panamá, donde deben llegar entre el 17 y 18 de mayo. El capitán de navío en servicio pasivo Camilo Delgado Montenegro, gerente general de Astinave, señaló a EL TELÉGRAFO que las lanchas serán transportadas en una barcaza remolcada por otra embarcación alquilada para tal fin.

Se las utilizará para transportar el práctico desde tierra hasta los barcos que van a cruzar el Canal desde el océano Atlántico hasta el Pacífico o viceversa. El práctico es una persona que se encarga de manejar los barcos que atraviesan la construcción. “Esa persona conoce a la perfección el canal y toma el control de las embarcaciones.

El piloto se queda a su lado, pero es el práctico quien controla la nave en el trayecto de un océano a otro”, explicó Delgado. “Nuestras lanchas llevarán los prácticos desde la orilla hasta los barcos y luego, de los barcos a tierra”.

El ingeniero Hugo Jama, gerente de Operaciones de Astinave, explicó que a pesar de que el canal es de aguas tranquilas, las lanchas están diseñadas para un mar 4, con olas de al menos 3 metros, en caso de que quieran salir en zona del Caribe o del Pacífico. En su construcción  trabajaron entre 95 y 100 personas.

La empresa Astilleros Navales Ecuatorianos se creó hace 40 años, tiempo en el cual se han construido cerca de 100 embarcaciones. Según su gerente, “somos un astillero constructor de naves desde 10 hasta 60 metros de eslora, podemos competir con cualquier astillero del mundo. Tenemos todas las normas de seguridad, calidad y ambientales. También cumplimos con requisitos nacionales, con los sellos de Hace Bien y Hace Mejor”.

Respaldada por esta experiencia, Astinave buscó internacionalizar sus servicios y fue así que en noviembre de 2016 se presentó al concurso que realizaron las directivas del Canal de Panamá, para la construcción de las naves. En diciembre la empresa pública ganó el proceso, dejando en el camino a astilleros de Panamá, Estados Unidos, Holanda, Nueva Zelanda y China.

Cada embarcación tiene un costo de $ 1’400.000. “Son precios competitivos a nivel de cualquier astillero en el planeta”, comentó el capitán Delgado, quien recalcó que en todo el proceso de construcción han tenido la supervisión de los técnicos de Panamá. Por ello todo se desarrolló de forma satisfactoria.

El funcionario informó además que a fines de mayo y en junio se realizará también la entrega de dos OPV (Ocean Patrol Vessel) para el Cuerpo de Guardacostas de la Armada ecuatoriana. Son naves de 50 metros de eslora, que van a patrullar el área marítima nacional. (I)

El diseño, mano de obra e ingeniería son totalmente nacionales. Las naves tienen la capacidad para maniobrar en un mar 4, con olas de al menos 3 metros.