El tiempo transcurre para que el país concrete el acuerdo comercial entre Ecuador y la Unión Europea (UE). José Camposano, presidente de la Cámara Nacional de Acuacultura (CNA), manifestó que en estos días llegarían las traducciones del texto a las naciones que integran el Consejo Europeo.

Para su sector, el acuerdo es primordial, puesto que si no se concretan las negociaciones, tendría que pagar, desde 2017, un arancel de 12% por las exportaciones hacia ese mercado.  

¿Qué conoce su gremio sobre los avances del acuerdo comercial?

Según la información emanada desde el Ministerio de Comercio Exterior, se espera que las traducciones oficiales del texto a los 28 países del Consejo de la UE sean entregadas a más tardar el próximo 11 de julio.

Al tratarse de un texto, legal y técnico, los ministros de Comercio Exterior y sus equipos lo deben evaluar para aprobarlo. Una vez entregadas las traducciones iniciará el proceso de consulta de unas seis semanas que vencería el 22 de agosto. Si no hay alguna objeción, el acuerdo sería aprobado automáticamente para su firma por parte de la Comisión Europea.

Se lo enviaría entonces al Parlamento Europeo y a la Asamblea Nacional ecuatoriana para su respectiva aprobación. En cambio, si se formula alguna objeción dentro de las seis semanas, el Consejo Europeo votaría la adhesión de Ecuador y, por mayoría simple, el texto sería aprobado. Esto no es lo ideal, pero sería una alternativa.

¿En qué fecha llegaría el texto al Parlamento Europeo?

Aproximadamente en noviembre. Si se mantiene como está, no llegaremos al 31 de diciembre. Lo que conocemos es que se hacen todos los esfuerzos para que la aprobación sea el 22 de agosto y que el texto se envíe al Parlamento Europeo hasta principios de octubre. Conocemos que hay buena voluntad por parte de los europarlamentarios y miembros de la comisión de comercio. Entendemos de su fuerza política para recortar los plazos.

Entonces, ¿la clave del proceso radica en agilizar los plazos?

Así es. No podemos perder más espacio en la agenda porque podríamos quedar fuera. El presidente de la República, Rafael Correa, dio una instrucción clara: el acuerdo comercial es necesario para el país.

Para las empresas camaroneras ecuatorianas, ¿cuál sería el perjuicio si no se aprueba el acuerdo?

Para nosotros es casi el 10% del valor FOB exportado. Cada año, Europa compra al país productos por un valor que oscila entre $ 700 millones y $ 800 millones. Es decir, en promedio, exportamos $ 70 millones mensuales.

Por ello, sin un acuerdo comercial con la Unión Europea, el sector camaronero podría tener un perjuicio de hasta $ 7 millones mensualmente. Estamos a seis meses de perder las preferencias arancelarias. Aspiramos a que el acuerdo comercial se concrete porque significaría no pagar un 12% de arancel.

A mediados de 2016, ¿cómo caracterizaría la situación del sector camaronero?

Es un año complejo. Además se debe recordar que el camarón ecuatoriano compite con la producción asiática, una buena parte tiene una estructura de costos más flexible que la nuestra. No obstante, anualmente, el país produce y procesa alrededor de un 15% adicional de camarón en sus piscinas.

En mayo pasado, por ejemplo, Ecuador exportó 76 millones de libras de camarón, una cantidad récord en la historia productiva. Esa capacidad de producción adicional ha ayudado a mantener controlados ciertos costos, entre ellos el de mano de obra.

En la actualidad, ¿cuántas fincas camaroneras funcionan en el país?

Según las cifras disponibles hasta 2014, Ecuador tiene unas 220.000 hectáreas de fincas camaroneras, un poco más de 3.000 productores y unas 3.070 fincas. En 2015, estas propiedades produjeron cerca de 750 millones de libras de camarón que fueron procesadas y exportadas a más de 50 mercados del mundo. Esto generó $ 2.300 millones en divisas para el país. (I)