La última Encuesta Nacional de Empleo, Desempleo y Subempleo (Enemdu), elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), indica que la rama de la agricultura, ganadería, caza y silvicultura, y pesca concentra la mayor participación del empleo en el país, con el 29,3%, en el primer trimestre del año.

A esta le siguen las actividades de comercio y manufactura (incluida refinación de petróleo) con el 17,9% y 10,3%, respectivamente, señala el INEC.

El martes, el ministro de Trabajo, Leonardo Berrezueta, manifestó que de enero a marzo de este año se crearon 316.297 nuevos puestos de trabajo, solo tres sectores generaron mayores fuentes de empleo, como construcción con más de 58.000 plazas, comercio más de 61.000 y en agricultura la cifra es superior a 170.000.

Rodrigo Gómez, presidente de la Cámara Nacional de Agricultura Zona 1, mencionó que una de las razones para que el sector agrícola emplee a la mayor porción de la población económicamente activa (PAE) es que muchas personas que antes trabajaban en construcción, comercio u otra actividad en las ciudades, regresaron al campo para buscar allí un medio de subsistencia para sus familias.

La complejidad del sector agrícola radica en que los trabajadores son autónomos y en muchos casos laboran informalmente.

Gómez recordó que las personas que se dedican a esta actividad no perciben una remuneración fija y son autónomas, es decir, un productor es dueño de una finca y allí trabajan él, su esposa y sus hijos.

Tras ello, el también miembro del Consejo Nacional del Trabajo, enfatizó que el sector no necesita regulaciones laborales adicionales, sino mayores espacios para trabajar de acuerdo al contexto del campo.

“Más regulaciones lo único que han hecho es retrasar el trabajo formal y ampliar el informal, y la sobrerregulación genera un freno a la contratación (...). Hay que buscar sistemas laborales que se acoplen a la realidad del campo”, subrayó.

Aquello comparte Heitel Lozano, presidente de la Corporación Nacional de Organizaciones Arroceras del Ecuador, quien indicó que el 60% de agricultores de este sector es propietario de 1 a 5 hectáreas de cultivos, en las cuales prevalece el trabajo informal.

“Aquí se brindan trabajos eventuales. En el sector se contrata mano de obra por cinco horas y cada jornalero gana $ 12. Se labora solo media jornada por las condiciones del clima”, señaló.

Por ello, Lozano considera que es necesario formalizar el 100% de las condiciones laborales en la actividad arrocera. “Falta tener un tipo de contrato especial para el sector, porque (jornalero) no puede laborar las horas completas por cuestiones climáticas”.

El sector cuenta con regulación laboral desde marzo

El ministro de Trabajo, Leonardo Berrezueta, firmó en Daule (Guayas) un acuerdo ministerial que regula las relaciones de trabajo especial en el sector agropecuario, ganadero y agroindustrial.

El documento crea un contrato continuo o discontinuo a efectos de reducir los pasivos laborales en las empresas y se reconozca el trabajo por ciertas etapas en un lapso de 180 días durante un año.

La normativa indica que la jornada de 40 horas semanales se la pueda cumplir durante 6 días y no 5 como para los otros tipos de trabajos no agrícolas.

A diferencia del resto de empleados, la mayoría de los trabajadores de los sectores agrícola y ganadero labora para distintas haciendas durante un año, ya que sus contratos son temporales y dependen de la siembra y cosecha del producto.

Esta discontinuidad impedía que los empleadores afiliaran a la seguridad social a muchos agricultores, pero la nueva normativa permite hacerlo, reconociendo períodos de 180 días por sus contratos que van desde los 15 días hasta los dos meses, conforme lo que acuerden previamente las partes.

Berrezueta resaltó que el objetivo es regularizar a las personas que laboran en los sectores agrícola y ganadero, y que no cuentan con un contrato de trabajo ni mucho menos son afiliados a la seguridad social.

Adicionalmente, Gómez comentó que se debe revisar el tema salarial: “una cosa es el salario y otra la productividad laboral. Es algo que está pendiente en tratarse.

Estamos preparando la documentación para plantear al Ministerio de Trabajo y ver qué podemos hacer”. Agregó que esperan analizar este último punto con el actual Gobierno. (I)