El proyecto hidroeléctrico Coca Codo Sinclair, ubicado entre las provincias de Napo y Sucumbíos, inició el martes la etapa de pruebas hidráulicas. El vicepresidente Jorge Glas recorrió la obra que ya registra un avance del 95%.

La visita inició en el área de captación, donde Glas dio la orden para la apertura de 2 compuertas que permitieron el paso del agua del río Coca desde el tanque desarenador, donde se limpia de impurezas e ingresa al tanque amortiguador para que se eleve de nivel y posteriormente pase a un túnel de conducción de aproximadamente 24,83 km de largo.

Después el agua llega al embalse compensador y cae aproximadamente 600 metros para generar presión sobre la turbina N° 1 de la casa de máquinas, para que empiece a girar.

En la casa de máquinas, Glas constató el inicio del trabajo de la unidad de generación N° 1, donde señaló que cada una de las 8 turbinas entrarán en funcionamiento paulatinamente, cada una tiene una potencia de 180 megavatios.

“Es un hito muy importante (…) estas son oportunidades de desarrollo para generar más producción y más trabajo. De aquí saldrá la energía para nuestros procesos de industrialización, eso que llamamos cambio de matriz productiva”, enfatizó el Vicepresidente, al apuntar que se trató del “desafío más grande en ingeniería en toda la historia del país”.

Este es el proyecto estratégico más importante con $ 1.979,7 millones de inversión, pues marcará un hito en la historia del país, generando por sí solo 1.500 megavatios (MW), lo que representa el 36% de la energía que consume el país y abastecerá del servicio a 5,6 millones de familias ecuatorianas.

La hidroeléctrica empezará a operar  en los primeros meses de 2016. El ministro de Electricidad y Energía Renovable, Esteban Albornoz, enfatizó que el proyecto incluye obras complementarias de desarrollo territorial, tal como lo estipula la Ley de Electricidad, en un monto del 30%.

Según Albornoz, las pruebas hidráulicas son un hito fundamental y en las próximas semanas, bajo la montaña, se empezará a generar energía para el país.

Sobre los costos de financiamiento,  precisó que no existen contratos complementarios con la empresa china Sinohydro, encargada del proyecto.

La hidroeléctrica generará un ahorro anual de $ 617 millones, eliminando la importación y consumo de combustibles fósiles y beneficiando al medio ambiente.

El proyecto evitará, además, el consumo de 17 millones de barriles de combustible al año y, con ello, el país ahorrará $ 1.360 millones.

En lo que respecta a la generación de empleo, en Sinohydro trabajan directamente 6.896 personas. El 19,58% es de nacionalidad china y el 80,42%, ecuatoriana. En empleo indirecto se estiman unas 15 mil plazas, ya que entre los beneficiarios están habitantes de Pichincha, Napo, Sucumbíos, Guayas y Manabí.

“El Ecuador es distinto, tenemos energía para exportar, energía renovable, amigable con el medio ambiente”, subrayó Glas.

De acuerdo con el plan gubernamental, la energía renovable de las hidroeléctricas se utilizará en un plan de cocción eficiente que ya está en marcha. Por otro lado, tendrá beneficios medioambientales, pues el país dejará de emitir 11 millones de toneladas de C02. Esto equivaldría a que el 70% del transporte del país deje de circular.

De ese modo -dijo Glas- se cumplen los hitos del proyecto más importante del Ecuador que cambiará para la historia energética del país. “Nos hemos dedicado a construir desarrollo con carreteras, puertos y aeropuertos que garantizan desarrollo y con electricidad renovable para generar más trabajo y tener energía para la industrialización”. (I)