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Una economía más humana para eliminar desigualdad social

Una economía más humana para eliminar desigualdad social
02 de marzo de 2017 - 00:00 - Redacción Economía

Las tres cuartas partes de los ingresos de Apple Inc., especialmente en 2010, se convirtieron en beneficios luego de las ventas del iPhone.

Este es uno de los casos que destaca el último informe de la Oxfam revela que en el corto plazo, los beneficios de las grandes corporaciones se generan sobre la base de unos márgenes elevados, lo cual implica minimizar el coste tanto de los insumos como de la mano de obra.

Como se observa en el gráfico 1, Apple minimiza los costos de materiales en un 21,9%, y apenas el 5,3% corresponde a mano de obra y salarios. Los rubros indican que el 41,7% de las ganancias de la empresa se destina a su administración, mientras que el 58,5% son beneficios netos para Apple. La Oxfam sostiene que abundan los informes sobre Apple en los que se denuncia sobre trabajadores agotados en China que hacen turnos de 13 horas en condiciones inhumanas para fabricar iPhones y iPads.

Esta presión a la baja sobre los salarios provoca desigualdad, además de tener un elevado coste humano.

La Organización Mundial del Trabajo (OIT) calcula que 21 millones de personas son víctimas de trabajo forzoso, lo que genera unos beneficios que ascienden a aproximadamente $ 150.000 millones anuales.  

Agrega que las diez mayores empresas del mundo obtuvieron una facturación superior a los ingresos públicos de 180 países juntos.

El  modelo  capitalista llevó a una situación extrema e injusta a los sectores pobres, los cuales quedan al margen de la reactivación de la economía.

En 2013 el Foro Económico Mundial alertó sobre el incremento de la desigualdad económica y su afectación a la estabilidad social.

El expresidente Obama en su último discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, en septiembre de 2016,  recalcó que en “un mundo en el que el 1% de la humanidad controla tanta riqueza como el 99% más pobre, nunca será estable”.

El informe Oxfam precisa que en los próximos 20 años, 500 personas dejarán a sus herederos $ 2,1 billones, una suma que supera el PIB de la India.

Desigualdad afecta a mujeres

Este informe señala que la mayoría de los trabajadores peor remunerados son mujeres y niñas, quienes además trabajan en las condiciones más precarias.

En Brasil, la mayor parte de las personas empleadas del hogar son mujeres. En 2015, Brasil dictó una ley cuyo objetivo era igualar los derechos de las trabajadoras domésticas a los de las personas dedicadas a otro tipo de actividad.

La nueva legislación benefició a 1,4 millones de trabajadoras domésticas con prestaciones y sus derechos protegidos.
Desde la aplicación de la ley, el número de trabajadoras domésticas se ha reducido.

En Brasil las mujeres reciben una remuneración inferior entre el 31% y el 75% menos que los hombres. Las comparaciones de desigualdad entre América y Europa en el aspecto laboral son sustanciales. (Gráfico 2).

La Oxfam sostiene claramente que “la economía actual está al servicio del 1% más rico de la población”. Se basa en una serie de falsas premisas sobre las que se articulan la mayor parte de las políticas, actividades e inversiones de gobiernos y grandes empresas y grandes fortunas, pero que dejan atrás a la gran mayoría de la sociedad y a los más vulnerables en particular.

La primera falsa premisa es que el mercado nunca se equivoca, y hay que minimizar el papel de los gobiernos. Se ha demostrado que la privatización de servicios públicos, como la sanidad, la educación o el abastecimiento de agua corriente excluye a los pobres, especialmente a las mujeres.

La segunda  premisa  tiene que ver con que las empresas deben maximizar sus beneficios y la rentabilidad de los accionistas a toda costa. Los beneficios desproporcionados imponen una presión sobre trabajadores, agricultores, consumidores y proveedores en el ámbito  laboral, sobre las comunidades y el medio ambiente.

La tercera hipótesis se basa en la supuesta riqueza individual como síntoma de éxito, y que la desigualdad no es relevante.

El cuarto planteamiento se orienta hacia el crecimiento del PIB como principal objetivo de la elaboración de políticas y ser el mejor indicador de la buena marcha de un país. Pero este no tiene en cuenta la desigualdad.

La quinta se basa en pensar que los modelos económicos son neutrales desde el punto de vista del género. En la práctica, los recortes en los servicios públicos y el deterioro de la estabilidad en el empleo perjudican en mayor medida a las mujeres.

La última señala  que los recursos del planeta son ilimitados. Esta concepción acarrea consecuencias catastróficas y ha agudizado la desigualdad. Por esta razón la Oxfam sostiene que el uso de energías renovables debe ser prioritario. (I)

DATOS

Más de mil millones de personas en el mundo pertenecen a cooperativas que generan 250 millones de empleos y que han evolucionado hacia nuevos negocios.

El ingresos del 10% más pobre de la población mundial han aumentado menos de 3 dólares al año, entre 1988 y 2011, mientras que los del 1% más rico se incrementaron 182 veces más.

Si el  crecimiento  económico entre 1990 y 2010 hubiese beneficiado a los más vulnerables, en la actualidad habría 700 millones de personas menos, en su mayoría mujeres, en situación de pobreza.

En 1970, en Inglaterra el 10% de los beneficios empresariales se distribuían entre los accionistas, mientras que en la actualidad perciben el 70%. El porcentaje es menor en la India, pero está incrementándose y ahora supera el 50%. (I)

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