Desde julio hasta septiembre, cuando normalmente el comercio se abastece de productos con miras a las festividades de Navidad y fin de año, se incrementan las importaciones de ropa.

Según datos del Servicio Nacional de Aduana del Ecuador (Senae), en estos meses se importaron  62’535.828,088 dólares en ropa  y las cifras han ascendido en los últimos años.

En 2012, el monto fue de 52’551.454,021  dólares y en 2011, de $ 39’669.735,065. En todos los casos, la mayor parte de la mercadería provino de los países de la Comunidad Andina de Naciones (CAN) y en segundo lugar, de China.

Javier Díaz, presidente de la Asociación de Industriales Textiles del Ecuador (AITE), mencionó que probablemente se cierre este año con la adquisición total de $ 300 millones de prendas de vestir. El incremento de las importaciones, a  su criterio, se debe a un tema de consumo.

Pero en contraparte, la industria textil local, con una producción total que llegaría este año a $ 770 millones, aún experimenta  una recesión  desde  el año 2010.

Díaz aclaró que la importación como tal no representa un problema para el sector; por el contrario, dijo, “la competencia es buena”.

La amenaza real  está en temas como la entrada al país de ropa a precios tan bajos “que es imposible competir”, y  en el contrabando, aseguró el titular del AITE.

El temor es fundado. De enero a octubre de este año, el Senae aprehendió mercadería por 18’067.290 dólares, de los cuales $ 6’900.750 correspondían a productos textiles.

Se estima que la venta informal de ropa es de $ 50 millones anuales. “El contrabando es, en efecto, el mayor enemigo de la producción local y de la venta formal de todo país, pues la pone en una situación de desventaja”, dijo Gabriela Uquillas, asesora aduanera de la Cámara de Comercio de Guayaquil.

No obstante, desde su punto de vista, uno de los grandes inconvenientes de la industria local es no producir a costos competitivos. Consideró difícil, por ejemplo, que Ecuador pueda equiparar sus precios con los de otros países, como China, que tienen producción masiva.

El tema llega a tal extremo que, según el titular del AITE, más del 30% de la importación de ropa es declarada a menos de $ 2 por prenda de vestir. “Ese valor está por debajo, incluso, de lo que a nosotros nos cuesta  la materia prima”, expresó.

Javier Díaz lamentó que mercadería con estas características -incluso de mala calidad- ingrese por Perú, Chile y Colombia, cuando su procedencia es asiática.

Como una forma de proteger el sector industrial local y equilibrar la balanza comercial, el Comité de Comercio Exterior (Comex) resolvió exigir el certificado INEN a alrededor de 300 subpartidas , incluidos textiles, en el proceso de importación.

A criterio del  titular de la Cámara de Comercio de Guayaquil, Eduardo Peña, esto encarecería el precio final de los productos y estimularía  el contrabando.

Para Uquillas, el punto de equilibrio no está en bloquear las importaciones, sino más bien que la industria local se destaque en calidad para que el usuario prefiera consumir lo nuestro. “Condiciones para producir a bajo costo y con márgenes de interés para la ciudadanía”, dijo.

En el país hay alrededor de 3.500 negocios, entre grandes, pequeños e informales, dedicados a la fabricación textil. “Estamos haciendo esfuerzos para innovar y ofrecer al consumidor el producto que requiere”, expresó Eduardo Cobo, gerente nacional de ventas de la marca ecuatoriana Pasa, para quien el consumidor debe hacer conciencia de que detrás de una prenda, las empresas pagan impuestos y generan trabajo.

Esta firma cuencana, que ha crecido del 10% al 15%, pasó por una reingeniería para captar mayor mercado.