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El arancel de $ 42 a los envíos por internet beneficia a la industria local

El Black Friday local no dejó contentos a todos los compradores

La gente hizo fila en ciertas tiendas, mientras que en otras fue necesario cerrar las puertas y regular la entrada. Foto: José Morán / El Telégrafo.
La gente hizo fila en ciertas tiendas, mientras que en otras fue necesario cerrar las puertas y regular la entrada. Foto: José Morán / El Telégrafo.
29 de noviembre de 2014 - 00:00 - Redacción Economía

El comercio local vivió ayer una jornada de contrastes. El Black Friday, el famoso día de promociones previas a la Navidad, fue anunciado desde hace casi un mes en un esfuerzo de los almacenes por captar la mayor cantidad de ventas. La oferta convenció a unos, mientras que a otros no tanto.

John Ortega visitó ayer un centro comercial al norte de Guayaquil para adquirir el televisor LG smart 3D de 55 pulgadas que había visto hace unos meses a $ 1.255. El resultado de la visita no fue el esperado, pues en ningún almacén lo encontró por menos de $ 1.300.

Hubo quienes se aventuraron a decir que los establecimientos habían incrementado previamente los precios para luego simular una rebaja. Judith Troya apenas logró cotizar la lavadora que necesita para su casa pues, según dijo, el precio estuvo ayer más alto que antes.

Frank Landires y su esposa Marcia Mariscal prefirieron tomar la sorpresa de buena manera: “Vámonos nomás”, dijeron entre risas. La refrigeradora Whirlpool de 2 puertas que esperaban adquirir pasó inesperadamente de $ 2.000 a $ 2.300.

La convocatoria fue un éxito. Desde temprano, la música navideña alimentaba el espíritu de los compradores en los centros comerciales y conforme transcurrían las horas la fórmula iba dando el efecto deseado.

En el local del Mall del Sol de almacenes Japón los productos más solicitados eran los televisores. Según uno de sus dependientes, un Samsung de 40 pulgadas y full HD, pasó de $ 1.900 a $ 1.279.

En Artefacta fue necesario redoblar el personal, pues desde la mañana lucía repleto. Igual ocurrió en la tienda de Sony, donde se colocaron ventiladores de agua para disminuir el calor provocado por el tumulto. Allí, los televisores Bravia de 48 pulgadas pasaron de $ 1.199 a      $ 999, y un Led de 60 pulgadas incluía un Blue Ray, por $ 2.699.

La masiva afluencia de público a esta jornada de ventas, que tuvo su origen en Estados Unidos, dejó claro el incremento del consumo en Ecuador. Según un estudio de la consultora Kantar World Panel,  Ecuador es el cuarto, entre 8 países de la región, cuyas familias acuden con mayor regularidad a los centros comerciales a hacer compras, solo por detrás de Brasil, Chile y Perú.

La preferencia de compra se centra en los aparatos electrónicos, ya que el 52% de los hogares aseguró tener un televisor de última tecnología, y un 47% compró un smartphone.

Daniel Macías, jefe de tienda de Adidas de City Mall -donde  al mediodía decenas de personas hacían fila-, señaló que esta marca tiene un crecimiento del 2% al 3% anual, y que, pese a que la rebaja no puede ser igual a la de EE.UU. debido a los costos de importación, “la gente igual compra”. Allí se esperaba al menos $ 55.000 en ventas. Otra de las tiendas con mayor demanda fue Aeropostale, donde se debieron cerrar las puertas por la tarde porque el espacio no daba abasto.

Diego Herrera, gerente comercial de esta marca, dijo que el hecho de que la manufactura de Aeropostale sea local les ayuda a flexibilizar los precios. Así, una camiseta pasó de    $ 24 a $ 12.

Herrera señaló que la decisión del gobierno de aplicar un arancel de $ 42 a los envíos por internet ha beneficiado a la industria local y a los importadores formales. 

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