El pasado miércoles, en el contexto de un seminario internacional realizado en la Universidad Técnica del Norte (Ibarra), los productores textileros, fabricantes de confecciones y dirigentes empresariales asistieron a una presentación explicativa del ‘Manual de Buenas Prácticas Comerciales para el Sector Textil’.  

Este instrumento, elaborado por la Superintendencia de Control de Poder de Mercado (SCPM), permite fortalecer la competencia entre los pequeños y medianos productores, facilitándoles así alcanzar resultados más justos y rentables.    

La experiencia internacional apunta al comercio equitativo

En América Latina, Chile, México y Colombia son los países con los mayores desarrollos normativos e institucionales dirigidos a crear estructuras de mercados favorables para los diversos tipos de consumidores, comerciantes y productores.

Así lo indicó Celina Escolán, magistrada de la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia de El Salvador y miembro del Grupo de Expertos en Derecho y Política de la Competencia de la Unctad, quien enfatizó que la “política de competencia remueve los obstáculos que interfieren con una mayor eficiencia y desempeño de los mercados”.

El manual de buenas prácticas complementa la política pública

Eduardo Esparza, intendente de Investigación de Abuso de Poder, Acuerdos y Prácticas Restrictivas de la SCPM, explicó que el ‘manual de buenas prácticas comerciales para el sector textil’ tiene como uno de sus objetivos prevenir conductas y prácticas anticompetitivas.

Esta herramienta está acompañada por otras acciones a favor de los mercados domésticos. En ese sentido, Octavio Aguas, coordinador zonal del Servicio Nacional de Contratación Pública (Sercop), señaló que el Gobierno Nacional ha desarrollado políticas e instrumentos para incorporar a la diversidad de actores económicos en la contratación pública.  

El mes pasado se publicó el ‘Código de Proceso de Feria Inclusiva’ que permite seleccionar proveedores para la provisión de productos de confección textil. En la ‘Feria Inclusiva’, como proveedores, podrán participar productores y organizaciones de la economía popular y solidaria, entre otros.

El sector textilero nacional logró diversificarse y exportar

Javier Díaz, presidente de la Asociación de Industrias Textiles del Ecuador (AITE), indicó que si bien la industria nacional solía dedicarse tradicionalmente a la fabricación de hilados y tejidos, logró diversificarse para incurrir en la producción de prendas de vestir y textiles del hogar.

Ahora “se estima que existen entre 5.000 y 6.000 unidades productivas dedicadas a la industria textil y confección en el país. Ha sido una industria concentrada principalmente en cubrir las necesidades del mercado local, tanto privado como público”, destacó Díaz.

Añadió que, según los datos de la AITE, cerca del 15% de la producción textilera está dirigido a la exportación, especialmente hacia Colombia, México, Chile, Perú, Estados Unidos, Bolivia y Venezuela. (I)