Sí, existe una industria millonaria que busca personas creativas para desarrollar proyectos intangibles, incuantificables, pero que tiene millones de seguidores en el mundo: el arte y la cultura.

Aunque todavía es un terreno poco explorado en el Ecuador, ya han aparecido casos exitosos que demuestran que es posible vivir del arte y que sus mayores ventajas son la posibilidad de trascender fronteras y de transformar vidas.

Las industrias creativas, también conocidas como la ‘economía naranja’, ofrecen una amplia oportunidad para emprender porque no requieren de inversiones altísimas para arrancar, dependen únicamente del trabajo propio. Ilustradores, diseñadores, productores audiovisuales, músicos, escritores, artistas y muchos otros creativos caben en esta categoría.

En esta edición conversamos con algunos expertos nacionales y extranjeros que dan cuenta del potencial que ofrecen el país y la región para el desarrollo del sector, cuya ventaja adicional es que requiere de un desplazamiento geográfico para trabajar en equipo ni de ventas a gran escala para generar recursos.

El ejemplo más cercano son las aplicaciones para smartphones. Diariamente millones de usuarios las descargan gratis o por un valor de

$ 0,99 o de $ 20, si es que se trata de videojuegos con fanáticos.

El reto -sostiene una de las fuentes consultadas- está en pasar del hobby a la profesionalización y eso está atado a la perseverancia.

En la práctica, aún se ve con desconfianza la posibilidad de vivir del arte y eso motiva a los jóvenes a dedicarse a otras actividades o estudiar carreras tradicionales para garantizar sus ingresos. Y la mayoría de los creativos están vinculados al sector publicitario y la cultura.

Sin embargo, las nuevas tecnologías de la información están abriendo otros ámbitos poco explorados en el país. La animación, los videojuegos y el desarrollo de software basado en la realidad aumentada y la realidad virtual están captando nuevos talentos. (O)

Geovanna Melendres

Editora

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