Este martes se decidirá si se excluye o no a curitiba como sede del torneo
FIFA insta a Brasil a no “relajarse”
La FIFA no esconde su preocupación por el retraso de varias obras para el Mundial Brasil 2014. El máximo organismo del fútbol le recordó ayer al país que aún faltan los “retoques finales” para el certamen, pidió a las doce ciudades sedes que no se relajen y se mostró optimista sobre la conclusión del estadio de Curitiba, el más atrasado de todos.
“Ninguna de las doce ciudades puede quedarse cruzada de brazos y relajarse: todavía quedan muchos retoques por hacer”, indicó el secretario general de la FIFA, Jérome Valcke, en una columna que publica cada mes en el portal de la entidad. “En concreto, las canchas deben estar en perfectas condiciones cuando la FIFA se haga cargo de los estadios, 21 días antes del primer partido”, indicó Valcke, quien apuntó que eso será “vital”.
Para que eso sea posible, puntualizó que “se requieren unas condiciones óptimas del campo en los 64 partidos”. Valcke explicó que la FIFA supervisa “muy de cerca las obras en Curitiba, con el fin de evaluar la situación” en el estadio que se construye en esa ciudad, que es el más atrasado de los seis que aún no han sido concluidos.
La situación es tal que la FIFA ha advertido que si para el próximo 18 de febrero no hay garantías de que las obras avanzan al ritmo adecuado, Curitiba quedaría excluida del Mundial, que de ese modo pasaría a tener once sedes y no doce. “Como prometimos, comunicaremos la decisión definitiva a las selecciones el 18 de febrero, cuando comenzará en Florianópolis el seminario para los equipos”, reiteró Valcke.
No obstante, abrió una brecha para el optimismo, al afirmar que el Gobierno brasileño y todas las partes implicadas “están buscando y encontrando soluciones que ayuden a poner al día las obras”.
En ese marco, consideró magnífico ver cómo los equipos del comité organizador local, la FIFA y las sedes trabajan con ahínco, decididos a hacer de Brasil 2014 la “Copa das Copas”.
Asimismo, se mostró entusiasmado con la demanda de entradas para los partidos del Mundial, que un 80% responde al interés de los propios hinchas brasileños. Según Valcke, eso “pone de manifiesto que la experiencia en los estadios será netamente brasileña”, lo cual supone “una perspectiva apasionante”, ya que “todos recordamos el maravilloso ambiente durante la Copa Confederaciones”.