A Deportivo Quito le ha costado mantener regularidad en el campeonato nacional y producto de aquello tres entrenadores pasaron por sus filas: Carlos Ischia, Nelson Acosta y Rubén Darío Insúa.

Tras ser campeón el año pasado, hoy se acerca peligrosamente a puestos de descenso. Es penúltimo en la tabla acumulada con 39 puntos, pero tiene un margen de 3 partidos por disputar para buscar la tranquilidad en una zona cómoda de la tabla.

“A algunos equipos les quedan ocho partidos, al Quito once. Tenemos dos objetivos: llegar en la Copa Sudamericana muy lejos y en el torneo nacional debemos mantener la categoría y pelear por la clasificación a un torneo internacional”, aseguró Insúa.

Pero en los once partidos que ha disputado su equipo en la segunda etapa, apenas ha conseguido 1 triunfo (2-0 frente a Olmedo) y acumula 5 derrotas y 5 empates. Aquello se suma a la poca efectividad de sus delanteros: 5 goles en 11 partidos (el cuadro tiene 11 en contra).

Esa situación “convive” con el éxito en la Copa Sudamericana, donde el club marcha invicto y con altas probabilidades de pasar a los cuartos de final. En el cotejo de ida de los octavos venció 2-0 a Tigre y la próxima semana jugará la revancha. Los atacantes han lucido más efectivos en el torneo internacional, en el que llevan 11 goles en 5 juegos disputados hasta el momento.

Además de la crisis de resultados, se agregó la parte económica. La dirigencia debe 3 meses de sueldos a la plantilla y los jugadores reclamaron públicamente ese hecho. “Como profesionales que somos esperamos que la dirigencia también ponga de su parte. Más allá de lo económico, estamos con muchas ganas de sacar esto adelante”, afirmó Álex Bolaños.

En medio de todo lo que sucede dentro del club, se convocaron elecciones para una nueva dirigencia. El actual presidente, Fernando Mantilla, es por ahora el único candidato para continuar por tres años más al mando del conjunto capitalino.

La definición, el lío “criollo”

Sumido en el noveno lugar y comprometido con un posible descenso, así se encuentra El Nacional para afrontar esta tarde el reinicio del torneo local.

El elenco de las Fuerzas Armadas registra 13 puntos en esta etapa y suma 42 (-10) en la acumulada. Solo supera en dos unidades al décimo (Técnico Universitario) y en tres al penúltimo, que es precisamente su adversario de esta tarde, con el que tiene, además, uno de los dos cotejos postergados. El restante es como visitante ante Barcelona.

Las principales falencias del club han sido la definición y el bloque defensivo. Anotó 39 goles en 34 cotejos, lo que da un promedio de 1,14% por cotejo. Y en contraposición recibió 49 conquistas, a una media de 1,44%.

Es así que esos sectores han sido los de mayores variantes tácticas desde la llegada del DT cotopaxense. Han rotado los goleros Bonard García y Danny Cabezas, sin que ninguno le dé la solvencia requerida. Igual situación ocurre en la defensa y el medio campo. Tres jugadores han conseguido alrededor de la mitad de las conquistas del club.

El atacante Juan Luis Anangonó, quien ya no está en el equipo, convirtió 8 dianas y 7 tienen Édison Preciado y Marcos Caicedo. Sin embargo, esos datos no asustan a los integrantes de El Nacional, quienes prefieren ignorar ese detalle. “Tenemos aún muchos puntos en disputa y tranquilamente podemos clasificarnos a un torneo internacional, y a eso apuntamos”, refirió el director técnico nacional Sixto Vizuete.

En los últimos seis años, el “bitricampeón” no ha conseguido ni un título local. El último lo alcanzó en 2006 cuando todavía militaban en el plantel jugadores como Cristhian Benítez, Félix Borja y David Quiroz, entre otros.

Pero la inquietud está latente en la dirigencia y hasta en el comandante general del Ejército, Marco Vera, quien ayer conversó con los jugadores en Tumbaco. “En el campeonato nadie puede estar seguro de nada. Hay que ganar haciendo lo mejor en cada partido y revivir los buenos momentos”, expresó.