Segundos gracias a Segundo. La selección ecuatoriana es escolta del líder Argentina en las eliminatorias camino al Mundial de Brasil 2014 tras el empate 1-1 con Venezuela.

El gol “tricolor” fue obra de Segundo Alejandro Castillo, mediocentro esmeraldeño que con un derechazo puso a festejar a millones de ecuatorianos en suelo nacional, a más de 2.000 kilómetros de distancia, desde la localidad caribeña de Puerto La Cruz.     

Previo al cotejo, el himno mexicano sonó en lugar del ecuatoriano, lo que causó molestia entre los jugadores “tricolores”. Este “accidente” se sumó a que justo cuando Ecuador entrenaba, las luces de la cancha se apagaron, y también a que la “Tri” no pudo reconocer el terreno del José Anzoátegui. Pero los dirigidos por Reinaldo Rueda mantuvieron la calma.            

Ecuador jugó a no perder la pelota, a evitar los errores innecesarios, a controlar su juego e impedir que los venezolanos tuvieran ataques profundos. Los locales armaban sus jugadas en parte del campo “tricolor”, pero los mediocentros ecuatorianos Castillo y Cristhian Noboa cortaban todo intento de avance peligroso de los “llaneros”. Pero de igual forma, los primeros minutos fueron para los “vinotinto”.

La estrategia del seleccionador venezolano, César Farías, de cortar el césped de la cancha del estadio Coronel José Antonio Anzoátegui a bajo nivel le funcionó por instantes, ya que su equipo mostró un juego rápido, sobre todo en los primeros minutos del partido. 

Así, con una selección “llanera” asentada más rápido en la cancha y con un juego dinámico llegó el tanto de apertura del partido. El capitán y máxima figura del equipo local, Juan Arango, avanzó por el lado izquierdo de la cancha y con un zurdazo desde tres cuartos de cancha anotó en el arco de Alexander Domínguez. “Dida” voló, pero su estirada fue en vano: fue un golazo.

El reloj marcaba los 5 minutos de juego y los locales ya estaban arriba. De ahí en más, el equipo venezolano se mostró más solido en el mediocampo y generó varios ataques.

Ecuador no mostraba mejoría. Corrían los primero 15 minutos y con un gol en contra, los dirigidos por Reinaldo Rueda no encontraban una forma de controlar el juego “llanero”. Domíguez atajó un tiro de Arango y luego uno de Josef Martínez. Hubo peligro, pero el guardameta de Liga de Quito estuvo listo para rechazar el balón.  

Así, empezaron a llegar pelotazos sobre Michael Arroyo por el lado izquierdo del ataque ecuatoriano. En uno de esos pases a profundidad, hubo un tiro de esquina: fue un córner  de esos que el jugador en ataque busca por ser insistente.

Al cobro fue el mismo Arroyo. Tras un rechazo, el delantero ecuatoriano Cristian Benítez rescató de cabeza el balón y lo metió al centro del área... ahí recibió Segundo Alejandro Castillo, jugador que eludió al central venezolano Fernando Amorebieta y con un derechazo mandó la pelota a guardar.

El grito de gol de Castillo estuvo acompañado por un baile de sus compañeros. Todos en ronda dejaron al “Mortero” en el centro del círculo. Fueron instantes de júbilo, en los que millones de ecuatorianos, a más de 2.000 kilómetros de distancia de Puerto La Cruz, celebraron el tanto de Castillo, el del empate.

Fue el séptimo de Segundo Alejandro con la camiseta de la selección. Castillo marcó así a partido seguido, ya que ante Chile también se hizo presente en el marcador.

Así, Castillo demostró que más allá de la marca, es importante en el ataque. Y vaya que hará falta en el próximo partido ante Paraguay, el 22 de marzo del 2013 en Quito, por la duodécima fecha de las eliminatorias. El “Mortero” recibió la segunda amarilla y estará suspendido.

Tras el gol, Ecuador se asentó mejor en la cancha. El equipo de Reinaldo Rueda adelantó un poco sus líneas. La mayor cantidad de jugadas se daban en el mediocampo, no dentro del territorio ecuatoriano. De ahí en más fue un partido parejo. Al inicio del segundo tiempo, los venezolanos nuevamente se mostraron mejores, a tal punto que Michael Arroyo y Castillo recibieron tarjeta amarilla por cortar el juego.

Todo apuntaba a que Rueda iba a intentar mantener el empate con el ingreso de Osvaldo Minda por Jaime Ayoví. Con un solo punta, Ecuador se dedicó más a esperar. Pero pasados los minutos, el DT ordenó el ingreso de Jefferson Montero. La “Turbina” generó dos jugadas de peligro.

La primera fue un remate desde el borde del área, tras una jugada individual, y que fue atajado por el golero Daniel Hernández. La segunda chance fue más clara aún, cuando el jugador riosense recibió un “pase de la muerte” de Antonio Valencia y con un derechazo buscó el gol, pero nuevamente Hernández despejó. También ingresó Joao Rojas. En la próxima jornada eliminatoria, la undécima (22 de marzo), Ecuador tendrá descanso.