Cevallos, “visa para un sueño”
La noticia llegó a través de un mensaje de texto. José Francisco Cevallos Jr. tomó su celular y leyó: “Confirmado. Jugarás un año en la Juventus de Italia”, le escribió su papá, el ex arquero de la Selección Nacional y actual Ministro de Deportes.
Minutos después ya no fue solo un mensaje. Su empresario, el ex futbolista Diego Herrera, lo llamó y le confirmó su vinculación con la “Juve”, como se conoce al equipo italiano, puntero de la Liga de ese país. “No lo podía creer y hasta hoy mismo no lo asimilo del todo. Es increíble que pueda jugar con figuras de la talla del arquero Buffon, a quien solo tenía cerca en el Play Station”, dijo el muchacho poco después de conocer la noticia.
Cevallos se encontraba en Mendoza (Argentina), concentrado con la Selección Nacional Sub-20, y compartió su felicidad con sus compañeros.
Carlos Gruezo, volante de la “tricolor” juvenil, recuerda que “Panchito”, como lo llaman, entró al restaurante donde el grupo estaba almorzando y gritó: “Voy a jugar en la Juventus”. Después, llegaron las felicitaciones.
Los recuerdos de sus “galopes” tras el balón en Guayaquil, bajo la lluvia y enlodado, están latentes en su memoria. Cuenta impaciente las horas que restan para viajar a Italia y empezar a entrenarse. Sus ojos castaños se encienden cada vez que habla de la oportunidad que tiene de conocer el Viejo Continente a nivel futbolístico.
Es un sueño que esperó desde que inició su carrera profesional en el 2009 con la divisa de Liga de Quito, aunque siempre se confesó hincha de Barcelona, conjunto en el que vio destacar la figura de su padre. Pero no pensó cristalizarlo tan pronto, pese a que empresarios italianos lo observaban desde hacía tres años.
El seguimiento comenzó en el Sudamericano Sub-17 del 2011, realizado en Ecuador. Luego lo siguieron en el Mundial de México, ese mismo año. Sus destacadas actuaciones en el campeonato local con la divisa de Liga de Quito, la única que ha defendido en el fútbol profesional, también le valieron puntos ante los “cazatalentos”.
La decisión final para su vinculación se dio en el último Sudamericano Sub-20, desarrollado entre enero y febrero en Argentina, y en el que la Tricolor no consiguió el pase al Mundial. “Yo estuve enterado de esa situación todo el tiempo y para mí siempre fue una motivación adicional. Cada vez que ingresaba a la cancha lo hacía dando todo, como siempre lo he hecho. Sé que tengo condiciones y las voy a demostrar una vez más”, afirmó Cevallos.
Su padre aún conserva el buzo que intercambió con Gianluigi Buffon en el Mundial de Corea y Japón 2002. Cuando esté en Italia, en las prácticas, el hijo espera recordarle ese momento.
El mayor referente que “Panchito” tiene en su posición de mediocampista, y que a la vez se ha convertido en su ídolo desde que tiene uso de razón, es Andrea Pirlo, futbolista que con 32 años ha recalado en la “Juve”, mostrando que su talento aún puede ubicarlo entre los mejores futbolistas europeos.
Pancho tendrá ahora la oportunidad de compartir el camerino con él. Ya tiene pensado en seguirle de cerca cada paso que dé. Anhela emular su estilo, convertirse en un referente en el balompié italiano. Y su meta es, desde luego, ser convocado a la selección absoluta. “Espero ganarme su respeto y cariño. Sé que cerca de él y del resto de jugadores aprenderé mucho, porque una oportunidad así no se obtiene todos los días”, agrega el juvenil.
Aún no habla italiano. Esperará llegar a ese país para iniciar un curso intensivo y así asimilar las enseñanzas que le transmita el estratega Antonio Conte. “Al momento lo único que deseo es que se solucione cuanto antes lo de la visa de trabajo para poder viajar”, precisó.
La dirigencia de la Juventus tramita ese documento, que lo habilitará para llegar con cupo de extracomunitario. Prevé que dentro de 10 días los papeles estén listos para poder viajar.
Ya tiene arreglada la maleta, aunque todavía no logra decidir todo lo que llevará hasta suelo europeo. Lo que sí está decidido es que entre sus pertenencias se incluirá una imagen de la Virgen Dolorosa, aquella que siempre ha acompañado a los integrantes de Liga de Quito. Incluso hay una efigie de ella en la concentración de Pomasqui, ante la que Pancho se persigna antes de empezar los entrenamientos.
El periplo a suelo italiano lo hará acompañado de sus padres y empresario, quienes luego de instalarlo retornarán al país. “Mi padre por sus funciones no podrá estar mucho tiempo conmigo, allá”, advirtió. Durante los primeros tres meses en Italia, lo acompañarán su madre Rosita y su pequeño hermano Matías.
“Como siempre he vivido con mi familia, nunca aprendí a cocinar nada. Pero ahora me tocará y mi mamá me ayudará en eso. Será muy complicado, pero como todo en la vida, solo demandará de un poco de atención y práctica”.
Al momento cursa el último año de bachillerato en el colegio de Liga de Quito, que colinda con la concentración de Pomasqui.
Eso facilitaba su preparación académica y también su vinculación con el deporte.
Le falta un quimestre para egresar de la secundaria. Al momento hay un receso de 15 días, por lo que aún no ha podido retirar sus documentos estudiantiles. Su intención es graduarse en Italia y empezar a estudiar la universidad en ese país.
Su vinculación con el equipo europeo es a préstamo por un año, con opción de compra. “Quiero estar largo tiempo por allá. Sé que todo depende de mí y con la ayuda de Dios espero conseguir extender este sueño”. Los anhelos de Pancho van tomando forma, y él gana en confianza y madurez para poder hacerles frente.