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El Telégrafo
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Bethany mantuvo su “alma de surfista”

Bethany mantuvo su “alma de surfista”
29 de octubre de 2012 - 00:00

El sol ‘baña’ indiscretamente con sus intensos rayos el bronceado cuerpo de Bethany Hamilton y proyecta sobre la arena una silueta diferente. A la sombra de la rubia surfista le hace falta algo: la tablista hawaiana no cuenta con el brazo izquierdo. 

La presencia de la deportista de 22 años en Montañita, provincia de Santa Elena, tiene una razón en especial. Ella ha sido invitada por el Ministerio del Ambiente para generar conciencia en padres e hijos sobre el entorno y las razones por las cuales deben mantenerlo limpio, bajo los parámetros   del proyecto CIMA Kids.

A sus  13 años, la  joven  fue  víctima de un ataque  de  tiburón  tigre de 15 pies,  el  cual le arrancó el brazo izquierdo. Pese a que en principio no entendía por qué esto le sucedió, asegura que nunca cuestionó a Dios. La tablista afirma que el Señor tiene un propósito para todos en esta vida, y el de ella quizá era pasar por su accidente y recuperarse, para servir y ayudar  de inspiración a otros.

En las entrevistas que concede cita continuamente el capítulo 29, versículo 11 de Jeremías, que reza: “Porque yo sé los planes que tengo para vosotros, planes de bienestar y no de calamidad, para darlos un futuro y una esperanza”.

Al dársele a escoger entre seguir siendo como es o recobrar su brazo, recalca sin titubear su satisfacción con ambas etapas de su vida, pero siente que ahora tiene un propósito más profundo en su existencia.

Una vida de película

Bethany, como una prueba de fe, acudió a Tailandia luego del tsunami que azotó la región. Allí, a través del surf, les enseñó a los niños a perderle el miedo al mar, tal como ella lo hizo al volver al punto donde perdió su brazo.

En aquel lugar le dio clases a la actriz estadounidense  Anna Sophia Robb, quien interpreta el papel de Hamilton en la película ‘Soul surfer’, estrenada en 2011 y que fue basada en el libro Soul surfer: A true story of faith, familiy and fithing to get back  to the board (Alma de surfista: Una verdadera historia de fe, familia y lucha para volver a subirse a una tabla).

La vida de Hamilton también sirvió de inspiración para que Becky Baumgartner dirigiera el documental ‘Heart of a soul surfer’. La tablista ha aparecido en varios programas de TV reconocidos, pero sin duda una de las entrevistas más emotivas que ha tenido fue la que le brindó a Nick Vujicic, un orador motivacional australiano, a quien le faltan ambos brazos, además de la pierna derecha, pero que de cuyo muslo izquierdo pende una especie de pie con dos dedos.

Con él compartió aquella vez, luego de su diálogo sobre la arena, una sesión de surf en el mar; él es el fundador de la organización Life without limbs (La vida sin extremidades).

Bethany señala que nunca pensó ser famosa, pero que disfruta visitando otros países transmitiendo un mensaje de positivismo y esperanza, tal como el que profesa su conocida Crystal Wolshin, quien por más de 10 años ha batallado con un tumor en el cerebro.

Una nueva vida

La profesional, que proviene de una familia de surfistas, llegó al país con su padre, Tim Hamilton, quien el día del accidente, en el que Bethany perdió el 60 por ciento de su sangre, cerca de las 07:30, le cedió su puesto en el quirófano. En esa fecha Tim tenía programada una cirugía de rodilla.

Ella cuenta que tras el incidente tuvo que reaprender a hacer las cosas, incluso a surfear. Su vida inspiró a muchos tablistas; uno de ellos es Carlos Noel, argentino de nacimiento, quien también es tablista. “Yo perdí mi mano izquierda en un accidente de motocross, pero también surfeaba, algo que debí hacer fue volver a aprender a montarme a la tabla sin la ayuda de esa parte de mi cuerpo, por eso estoy aquí hoy (ayer) en Montañita para escuchar su mensaje”. Él no pierde la oportunidad de tomarse una gráfica con Bethany, al igual que casi 150 admiradores que hacen una larga cola para quedarse con un recuerdo de ella.

Luego de recibir una serie de reconocimientos de parte de varias organizaciones de este deporte, como la Federación Ecuatoriana de Surf, el movimiento Christian Surfers, y la escuela de este deporte en Montañita, la deportista indica que “ustedes son personas bendecidas por Dios por contar con esta linda playa y tener el Yasuní, que es una noble causa”.

A montar  las  olas

Tras el evento, la deportista no se aguanta las ganas de meterse al agua y registrar su visita a Montañita. Mira al horizonte, para ella es su primera vez en esta playa, tuvo que viajar cerca de 8.810 km desde su natal Hawaii para estar aquí; parece gustarle lo que ve, y junto a pequeños tablistas de la zona se dispone a arrojarse al mar sin miedo, aquel del que se despojó tan solo 3 semanas después de sufrir la pérdida de su extremidad el 31 de octubre de 2003, mientras surfeaba con su amiga Alana Blanchar, el hermano y padre de ésta en la playa Tunnels, Kauia, Hawaii.

Sale con un bikini rosado en la parte de arriba y de los colores del arco iris en la parte inferior. Su padre la observa orgulloso desde una especie de malecón  en el Hotel Baja Montaña.

“Para mí ella lo es todo, yo me pongo contento cuando Bethany lo hace. Hace poco estuvimos en Quito y pudimos visitar la Mitad del mundo; tanto ella como yo quedamos fascinados cuando pusimos un pie en una latitud y el segundo en otra. Hoy (el sábado) el verla montar estas lindas olas me llena de felicidad. Yo no me meto al agua en este momento, porque tengo una rodilla mala”, cuenta el progenitor de la surfista.

Los pequeños lucen emocionados con ella dentro del agua; Bethany se siente una niña más, intenta tomar la primera ola a las 13:05, pero no lo logra y su tabla amarilla con naranja es llevada hasta la orilla por el movimiento del mar, sin embargo, dos minutos después se recupera y se lanza al ataque. Esta vez lo consigue, provocando los aplausos del público, que la observa expectante. Es más, se da el lujo de caminar desde la parte de atrás hasta la punta de su tabla.

El sol pega fuerte y ella se niega a salir hasta que haya buenas olas, es que el mar es su vida.

Nuevo récord

CIMA Kids realizó también otra labor. Con la ayuda de 120 escuelas de Quito, se estableció un récord Guinness al recoger 1’559.002 botellas plásticas. Este dato lo dio el representante del Ministerio del Ambiente, Nelson Zambrano.

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