Hay formas de sentirse libre, aun cuando una persona está encerrada en cuatro paredes. Una manera es a través del arte, concretamente con la escritura. Eso es lo que se propuso el proyecto Cuentos de Libertad, el cual nació hace un año con el objetivo de fortalecer la efectiva rehabilitación de las Personas Privadas de Libertad (PPL).

El trabajo consistió en talleres de dos meses, dictados por el escritor guayaquileño Miguel Antonio Chávez, en los que las PPL aprendieron técnicas narrativas para escribir cuentos infantiles dedicados a sus hijos, a quienes no ven muy seguido. El fin fue emplear la narrativa como una herramienta útil para fortalecer los vínculos afectivos entre las PPL y sus familiares fuera de la prisión.

El proyecto contó con un equipo  liderado por Publicitas Saatchi & Saatchi, en el que también participó la productora Urbana Films, Paperback Laboratorio de Contenidos Audiovisuales, entre otros.

Se trabajó con PPL del Centro de Privación de la Libertad Zonal 8, quienes no solo escribieron sus cuentos, sino que los locutaron. Hasta el momento las creaciones han sido impresas, transmitidas a través de diferentes emisoras del país y subidas a las plataformas Spotify y Sound Cloud.

Además de las técnicas de escritura enseñadas, el instructor realizó un ejercicio experimental inspirado en la psicoterapia: en estado de relajación hizo a las PPL regresar a su infancia y les pidió que, sin dejar de recordar que ellos son adultos, se reencuentren con ese niño que fueron pero que en el fondo no han dejado de ser.

“Lograr eso en un ambiente carcelario es por demás sorprendente. Esa fue la forma en que logré que accedieran a esa fibra íntima y sensible que les permitiera escribir algo “infantil”, además de las lecturas y los ejercicios”, comenta Miguel Antonio.

La Zonal 8 eligió a 10 PPL con mejores aptitudes de escritura para este proyecto. Uno de ellos había sido periodista antes de estar preso y otro había ganado un certamen de poesía organizado por un centro penitenciario en el extranjero.  

“Como experiencia personal, yo también salí aprendiendo y mucho. Para empezar, enfrentarte a tus propios prejuicios. Teniendo la posibilidad de leer sus expedientes, hice como Bartleby y preferí no hacerlo. No me correspondía a mí juzgarlos, pues otras personas ya lo habían hecho y estaban cumpliendo sus penas por sus delitos o crímenes. Estimular la imaginación va mucho más allá de eso. Hasta en situaciones como esta, la magia de la literatura se hace ver”, precisa Chávez.

Al finalizar se hizo una corrección de estilo que fue mostrada a los autores y, con su venia, los cuentos fueron diseñados e ilustrados. Publicitas envió esta campaña al festival publicitario de Cannes y quedó shortlist de la categoría radio. (I)