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Entrevista / Raúl Zurita / Poeta chileno, ganador del premio iberoamericano de Poesía Pablo Neruda

"El problema de Borges es que quiso reflexionar con su poesía"

"El problema de Borges es que quiso reflexionar con su poesía"
DANIEL MOLINEROS / el telégrafo
30 de junio de 2016 - 00:00 - Redacción Cultura

Raúl Zurita (Santiago de Chile, 1950) ha recibido dos reconocimientos que llevan el nombre de Pablo Neruda. En 1988, le dieron el galardón nacional de Chile y, el pasado 21 de junio, obtuvo el premio iberoamericano de poesía. El autor se autodefine como un “militante en la construcción del paraíso”. El artífice de uno de los propósitos más humanistas es un crítico atento de Jorge Luis Borges y, el próximo domingo, la revista CartóNPiedra recupera una entrevista que le concedió a EL TELÉGRAFO, en noviembre de 2015, durante su visita a la Feria Internacional del Libro de Quito. Zurita, esperanzador e inclemente a la vez, cree que los humanos “somos una raza de asesinos condenados a construir el paraíso”.

¿Cómo se construye la esperanza?

Solamente llorando, desde esa zona de nosotros mismos, es posible construir una nueva esperanza. El estado de un pueblo o nación no se puede medir solamente por los que están bien —«felices los felices», dice Borges—, sino que la verdadera medida tiene que ser lo mal que están quienes están peor.

Borges definió a la música como «misteriosa forma del tiempo»...

La música es una pasión absoluta, directa, sin intermediarios. Es posiblemente una de las representaciones más fieles de la emoción humana y del ruido que hace un humano como ser. La música toca unas zonas muy ancestrales, muy finales. Para mí la música más bella del mundo es la boliviana y ‘ese mar’ a Bolivia no se lo podrá sacar jamás nadie.

¿Las melodías bolivianas están más cerca del dolor?

Están en la profundidad de la tierra, es algo insondable, es como el dolor de los sueños con que sueña la tierra. No en un sueño real, sino en un sueño nocturno yo estaba en una playa larga donde había miles de bolivianos con zampoñas, en una fila interminable, tocando frente al rompiente. Era una rompiente zampoña, era increíble porque todos bailaban: bolivianos, chilenos, peruanos... era todo tan bello y todo tan simple.

Una imposibilidad geográfica le negó el mar a Bolivia...

Es un absurdo de estos estúpidos nacionalismos.

¿Qué piensa de la poesía casi reflexiva de Jorge Luis Borges?

‘El poema conjetural’ es un gran poema en el que está Francisco Narciso de Laprida, que soñó con ser otro y está siendo perseguido por los gauchos. El día que lo asaltan se encuentra finalmente con su destino sudamericano. Otro poema extraordinario de Borges es el segundo de ‘Two english poems’:

“¿Con qué puedo estrecharte?
Te ofrezco esbeltas calles, ocasos desesperados, la luna de los carcomidos suburbios.
Te ofrezco la amargura de un hombre que largamente ha mirado la solitaria luna...”.

El problema de Borges es que es demasiado borgeano. No hay que reflexionar en la poesía. Es un gran problema, pero todo hombre que escribe dos poemas está salvado. Borges es un gran seductor: “Nadie lo vio desembarcar en la unánime noche...”, qué manera de escribir... se juntaba con prostitutas, poetas y otra gente de deleznable calaña. Es un ser que te seduce con el uso magistral de los adjetivos, a diferencia de (Fiódor) Dostoyevski que es un tipo que agoniza y a ti se te va la vida con él. Como cuando lees dos líneas de (Franz) Kafka y el tipo se está muriendo contigo.

¿Esa sensación tiene que ver con el judaísmo?

Es universal la sensación de ser un errante en la tierra, un expulsado, algo que está expresado profundamente en la frase: “Padre, por qué me has abandonado”. El destierro, sentirse expulsado del amor... Esa frase hace que el cristianismo sea cristianismo, no es que Cristo haya dicho esa frase, sino que esta lo hizo nacer. Cristo es un dios por esa frase, no al revés. Y es la máxima consecuencia del judaísmo. En algún momento dado, todos somos el judío errante.

La historia de los dioses griegos está llena de parricidios...

Para mí es difícil hablar de eso porque mi padre murió cuando yo tenía 2 años, crecí sin padre. No sé muy bien lo que es llegar a matar al padre, a la madre quizá.

La madre es otra figura universal...

Menos mal que es así. En un continente de padres abandonadores, es impresionante el papel que las mujeres han tenido como reserva, conservadoras. Pero me pasa algo raro con el feminismo: se me volvió superelemental. No hay nada en el universo entero más parecido a una mujer que un hombre, ‘weon’.

¿Alguna vez encontró un canto comparable al del quechua en otra parte del mundo?

La música en el desierto de Gobi, en China, era muy parecida. He escuchado a poetas mapuches cantar sus poesías, es muy fuerte, pero lo que me alucina es la música boliviana, altiplánica, profunda que puede ser también peruana, ecuatoriana pero, en eso, los bolivianos tienen más hondor (profundidad).

¿Hay algo que diferencia los Andes de nuestros países?

Es una sola cadena. Es tan absurda la idea de los límites y las fronteras que va a ser un día vista —ojalá yo llegue a sobrevivir hasta que eso ocurra— con la misma extrañeza con la que nosotros miramos a los esclavos. El viento que recorre el Pacífico, el viento que recorre las montañas no necesita de las fronteras [...] Hay un momento en que esto se desvió y nosotros pertenecemos a la historia de ese desvío, pero no necesariamente tiene que ser así.

Pero persiste ese absurdo...

Curiosamente, la historia del universo es la de la solidaridad: una célula de tu cuerpo no vive si no tiene la ayuda de otras miles, sin eso no sobrevive nada. El fenómeno de la vida implica la colaboración, la cooperación, la solidaridad infinidad de veces. Eso es tan obvio que nos muestra el gran yerro en el que estamos.

Puede que seamos uno de los pocos errores que ha cometido la naturaleza. Hasta donde sabemos, la violencia humana es absolutamente reciente; la violencia del cosmos no lo es (una estrella tragándose a otra). Los que produjimos la violencia consciente en el cosmos en que habitamos fuimos nosotros.

¿Aún tenemos memoria de eso?

El problema no es la memoria, el problema es la incapacidad del olvido. Yo trabajo con mi vida, no porque crea que es algo especial, sino porque contiene mis datos base. Es igual que si uno logra llegar al fondo de sí mismo. Así, sin falsa solidaridad, sin autocompasión, es posible que esté llegando al fondo de la humanidad entera. Los seres humanos no somos mucho más que distintas metáforas de lo mismo. La memoria está atada a un cuerpo, que crece, que, luego, es al que tú llegas. Entonces, no es un asunto cerebral, la memoria está en tus uñas, en tus huesos. Te tocas los huesos cuando niño y, después, te los tocas ahora y son los mismos. La calavera sigue siendo la misma después de un cierto tiempo. (I)

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