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“Walt Disney no sabía nada sobre el mundo”

“Walt Disney no sabía nada sobre el mundo”
04 de marzo de 2013 - 00:00

Walt Disney, ícono estadounidense que fundó el imperio cinematográfico y de entretenimiento Disneylandia, es más que un hombre sonriente que posa al lado de un Mickey Mouse, o que se lo toma por divertido.

También tiene su lado humano y lleno de tormento. Es ese Walt que Peter Stephan Jungk muestra en su novela “El Americano Perfecto”. En una entrevista vía telefónica  revela detalles del texto.

¿Por qué recurrir a la ficción y no la biografía sobre Disney?

Creo que estaba muy deseoso de inventar ciertas situaciones que no podría escribir en una biografía,  que aparte ya existen muchas.

¿En su investigación, qué acercamientos, que no están evidenciados en la novela, tuvo con los círculos de Disney?

Hablé con dos personas muy importantes. Uno era amigo de mi padre,  científico y trabajó para Disney por muchos años, su nombre era Haens Haber. Cuando lo conocí, yo era todavía un niño y en esa época me hablaba mucho de Walt, al igual que cuando fui adulto, pues charlábamos a menudo sobre él. La otra persona también laboró con Disney y me contó muchas historias, se llamaba Ward Kimball.

Usted alude al Fausto de Goethe, ¿puede desarrollar un poco esta idea de comparación con aquel personaje, en cierto sentido, ansioso de inmortalidad?

Bueno, creo que Fausto era mucho más inteligente y tenía una personalidad bastante científica; era alguien que sabía mucho del mundo. Disney  no sabía nada sobre el mundo, con mucha falta de educación, no entendía el mundo. Pero al mismo tiempo tenía una sensibilidad e instinto muy grandes, tenía muchas ideas, pero no era un hombre de conocimiento. Creo que no tienen nada en común.

¿Pensó en cómo tomaría la sociedad norteamericana su libro, en el que desnuda a uno de sus mitos?

Yo creo que el libro pudo tener mayor impacto si hubiera sido mucho más bueno con Disney. Quieren mantener a su ídolo  como puro, positivo, perfecto. No quieren aprender sobre los lados oscuros. Y tal vez prefieren leer una biografía normal y no una ficticia. Aunque la mayoría de los detalles de mi libro son tomados de la vida real; excepto su confrontación con su enemigo Wilhelm Dantine, quien es, obviamente, un personaje de ficción.

Pero tal vez con Phillip Glass, quien realizó la ópera, cambió un poco, espero. En la ópera el personaje muestra un lado más positivo que en mi libro.

¿Cómo fue el proceso de  trabajo con Glass?

Hablamos mucho sobre Disney, pero el libreto fue escrito por una persona cercana a Glass, pero estuvo basado completamente en los personajes del libro y las situaciones también eran las mismas. De hecho, nuestra primera reunión fue hace cinco años. Me pareció interesante que sea la primera vez que se escribe una opera sobre una personalidad americana, otras son sobre personajes como Gandhi o Einstein, pero nunca sobre un ícono estadounidense.

Según su lectura, ¿qué tan importante fue Walt Disney como impulsor de la industria cultural norteamericana y de su ideología? En  muchas de las animaciones, por ejemplo, aludieron a la Segunda Guerra Mundial, a ver a los aliados como los “buenos” y al  enemigo como el “Eje del mal”.

La verdad, yo quería hablar más sobre este hombre privado, no su influencia en cierta ideología cultural, y sobre eso es mi libro. Obviamente hablo sobre los problemas políticos, pero no son el centro de mi libro. El eje es un hombre desconocido por la mayoría de las personas, porque claro que han leído sus biografías pero no han sentido su personalidad como se la puede palpar en esta novela que he escrito.

Y digamos que su enemigo en este libro es un hombre que lo conoce muy bien, en especial su lado oscuro, que el público normalmente no conoce.

¿Cómo fue para usted el ir descubriendo esos ‘demonios’ escondidos de Disney, en cuanto a romper estereotipos sobre cómo se piensa que es él?

No olvide que un novelista trata de pensar en cómo es la personalidad y psicología del personaje; esta es mi séptima novela y en este libro puedo adentrarme en la vida de una persona y puedo hablar sobre este hombre que no conocí porque estoy seguro de que me siento como él se sentía.

Pero también pienso que no hablo solo sobre sus aspectos negativos, para nada, muestro también su lado positivo; pero sí, presento a una persona turbulenta y sus demonios, eso es cierto.

En su novela podemos ver a un Disney que no quiere ser visto como débil ante los demás. Hay un momento en el que está en el hospital y recibe un telegrama de su amigo John Wayne, quien le dice “Bienvenido al club de los hombres con un pulmón”, Walt se enoja mucho porque le había pedido a su doctor que no le contase a nadie que estaba internado y que fue operado. ¿El hecho de nombrar a Walt irónicamente como el “perfecto americano” incluye a este sentimiento y aire de superioridad y ansias de poder como una característica reprochable de los estadounidenses?

Efectivamente el título es completamente irónico. Personas de todo el mundo ven a Disney como el ícono perfecto de éxito y del creador de un universo hermoso; pero en realidad era un hombre de muchos lados oscuros, lleno de depresión, bebía mucho, fumaba como chimenea, tenía constantes dolores por lo que debía tomar pastillas de las que se hizo dependiente.

Y sobre la superioridad, Walt le decía a los negros que no podían trabajar con él, no dejaba que hombres con barbas entrasen a Disneylandia. Las mujeres solo podían trabajar coloreando las imágenes, nunca en cuestiones creativas. En los años 40 denunciaba  a hombres que trabajaban para él como comunistas o simpatizantes del comunismo, ante el Comité para las Actividades de los Extranjeros.

Dejando a un lado el libro, ¿qué piensa sobre el imperio que ha formado Disney?

Yo estoy bastante impresionado sobre cómo el imperio se ha desenvuelto pasando los años. Muchos de sus filmes son muy entretenidos e interesantes; mi hija, por ejemplo, creció viendo “El Rey León”, que realmente es maravilloso. Asimismo “Buscando a Nemo” y otras cintas. Pero la manera en la que quieren controlar todo sobre lo que se escribe o dice de Walt Disney me perturba.

Por ejemplo, le dijeron a Philip Glass que no debería escribir la ópera. Y quién sabe, tal vez nunca más consiga que su música sea parte de una película. También creo que el nombre Walt Disney será recordado por muchos, muchos años. Era un visionario, no hay discusión.

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