“No creo en la inspiración, el arte proviene del oficio” (VIDEOS)

“Mi vida y mi obra giran alrededor de un tema absoluto”, dice Francisco Urquizo, pintor ambateño de 63 años radicado en Guayaquil. Lo dice ahora que acaba de presentar su último libro, Las respuestas encontradas. En la portada, debajo del nombre del artista, se puede leer ‘El pintor de la serenidad’.

El lanzamiento se realizó la noche del pasado jueves, en el museo Pachano Lalama, de Ambato. Para ser más específicos, en una sala de ese museo denominada Francisco Urquizo, tal como él.

Es que el pintor es un hijo querido de su ciudad natal, donde hace más de 6 décadas descubrió el oficio de la pintura, en casa del artista Voroschilov Bazabte. Ahí, el Urquizo niño cambió el juego de las canicas por los pinceles.

Al interior de Las respuestas encontradas se halla una recopilación, seleccionada por el propio pintor, de la obra de toda su vida. Aunque -explica- no cuenta con registros de todas sus pinturas. Es que “mi preocupación por la trascendencia histórica surge después de haber perdido algunas obras”.

El libro incluye críticas de su obra, firmadas por plumas del mundo del arte y la literatura, como Iván Oñate, Miguel Donoso Pareja y el fallecido Rafael Díaz Ycaza, quien dijera de Urquizo que “puede llamarse con derecho el pintor de la serenidad, de los grandes y tranquilos planos cubiertos de figuras estilizadas, limpias, que sugieren imágenes de un sueño feliz”.

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Díaz Ycaza escribió esto a propósito de la serie Hay ropa tendida o velas en la mar, una sucesión de cuadros que presentan escenas de toque surrealista protagonizada siempre por aves, a las que Urquizo volvería a convertir en personajes principales en una serie posterior: La vida, un homenaje a la paz.

A lo largo de las páginas de Las respuestas encontradas, otros textos son los que se intercalan con los cuadros de Urquizo. Son breves escritos, a veces del artista, a veces de otras personas, que apuntan hacia ese interés de la unidad total del que habla el pintor.

Cuando Urquizo habla de la unidad total, está hablando de la creación, de Dios. Pero lo hace desde una concepción que se le escapa a cualquier religión. “Ya no se nos hace muy fácil concebir a Dios como un ser barbón en la séptima nube, todo lo contrario: vislumbramos a uno que es un ser energético. Es algo más cercano a la realidad que podemos concebir”, explica el pintor.

“Ya no se nos hace fácil concebir a Dios como un ser barbón en la séptima nube. Es un ser energético”.Lo dice mientras ojea en su libro una pintura de la serie Desde el fondo de ti, donde reflexiona, desde escenas que, entre trazos gruesos y una mezcla de surrealismo y abstracción, representan a la procreación y la gestación para hablar sobre la “cohabitabilidad”, una idea que expresa con la frase “Yo siendo tú y siendo uno con todo lo existente”.

La relación entre la creación y Dios, dice Urquizo, no tiene que ver con religión, y se refiere a la etimología de la palabra. “No se trata de ‘religar’. Si fuera eso, hablaríamos de algo que se rompió. Y la relación entre las personas y su creador nunca puede haberse roto”.

Esto lo dice un pintor que se encuentra en una etapa de su vida en que se ha vuelto importante la práctica del tao. De hecho, está por abrir un templo en la planta baja de su casa, ubicada en Urdesa, para la práctica de esta doctrina creada por Lao Tsé que habla de un “camino a la naturaleza”.

A esa práctica el maestro la define como “una respuesta a la pregunta más antigua de la humanidad: el hombre siempre se ha preguntado ‘¿quién soy, de dónde vengo y adónde voy’, y el tao es la posibilidad de entrar en tu interior y descubrir quién eres”.

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En ello se fundamenta el título de su nuevo libro, Las respuestas encontradas, algo que pone a este artista en contraste con las nuevas generaciones, que fundamentan su obra en investigaciones con las que construyen los conceptos sobre los que trabajan su producción. “Está muy de moda la justificación conceptual de la obra pintada. No estoy de acuerdo. El hecho artístico es un hecho mágico, tú no buscas llegar a lo que produces, lo encuentras”, dice Urquizo.

Según el pintor, “el arte debe transmitir por sí mismo. La pintura es un idioma que es color, volumen, luz y sombra. La literatura es de conceptos, y no puedo hablar inglés pronunciando palabras en quichua”.

Acerca de la producción artística, Urquizo asegura ser “contrario a la inspiración. Un artista que dice que busca inspirarse, lo que hace es justificar su vagancia. El arte proviene del oficio”. El pintor, poeta y escultor cree que el trabajo es como el de un zapatero que para hacer zapatos tiene que martillar y martillar todo el día.

Este no es el primer libro que presenta Urquizo. El artista ha lanzado en total cinco publicaciones.Tres de esas son de poesía, y todas giran en torno al deseo: El origen del deseo, Los deseos consumados y El final de los deseos. El siguiente abordaba su obra pictórica en la serie Los símbolos absolutos.