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Howard Hodgkin desafió las nociones clásicas de la abstracción

“Soy un pintor de representaciones, pero no de apariencias”, solía decir Howard Hodgkin en sus entrevistas.
“Soy un pintor de representaciones, pero no de apariencias”, solía decir Howard Hodgkin en sus entrevistas.
Crédito: National Portrait Gallery
29 de marzo de 2017 - 00:00 - Leonardo Boix, corresponsal en Londres

El artista británico Howard Hodgkin, cuyos cuadros buscaron desafiar las nociones clásicas de abstracción y arte figurativo, definiendo la intensidad de sus experiencias emocionales, cuenta a partir de este mes con la primera gran retrospectiva de su obra en el país, inaugurada a solo dos semanas de su muerte.

La exposición en la National Portrait Gallery de Londres, titulada Howard Hodgkin: Amigos ausentes, es un amplio recorrido a partir de sus pinturas, desde aquellas que creó cuando solo tenía 17 años –a finales de los años 40– hasta el último cuadro que terminó meses antes de su muerte, a los 84 años.

La muestra, que incluye unos 55 cuadros, todos ellos considerados por Hodgkin como retratos de algún tipo, busca explorar la contribución que hizo el artista nacido en Londres al género del retrato pictórico, examinando temas centrales dentro de la obra del pintor, como el color, la memoria, la emoción, el proceso y la imaginación.  

“Soy un pintor de representaciones, pero no de apariencias”, había afirmado Hodgkin en una de sus varias entrevistas. “Pinto cuadros figurativos de situaciones emocionales”. Las pinturas de Hodgkin, que suelen realizarse sobre objetos de madera, tales como tablas o superficies de mesas viejas, a menudo parecen combinar recuerdos de encuentros con amigos o personas queridas, y sus títulos aluden frecuentemente lugares y eventos, como ‘Cena en la colina este’ (1966) o ‘Adiós a la bahía de Nápoles’ (1980-1982).

Una característica que suele aparecer con frecuencia en la obra de Hodgkin, a partir de los años 60, es que a menudo pintó sobre los marcos de sus cuadros, una forma de deconstruir el proceso creativo de sus pinturas. Su estilo único incluye formas simples, pinceladas bruscas y enérgicas, marcas en óleo y colores fuertes con muchos contrastes.

Los retratos que se incluyen en la exposición londinense son de amigos y seres queridos, incluyendo otros artistas de su entorno, como Peter Blake, Stephen Buckley, Patrick Caulfield, David Hockney, Philip King, R. B. Kitaj y Richard Smith. También pintó retratos de galeristas amigos, coleccionistas y varios de sus amantes.

El cuadro ‘En la cama en Venecia’ celebra, por ejemplo, su relación amorosa con Antony Peattie, a quien conoció en 1984, el año que representó a Gran Bretaña en la Bienal de Venecia. Se trata de una representación esquemática de una figura desnuda sobre sábanas blancas en el famoso hotel Danieli, de esa ciudad italiana. Como en todos sus cuadros, la composición suele ser simple: franjas de pintura con mucho color, que surgen de la experiencia de improvisación espontánea a partir de la memoria.

Desde mediados de los años 80, Hodgkin comenzó a preocuparse sobre cómo el artista inventa sus obras, y fue en ese período que realizó sus mejores autorretratos.

En ‘Souvenires’, de 1984, el cuadro parece estar lleno de sensaciones, memorias y colores que inspiraron al pintor a pensar en el ‘yo’ artístico. Otro cuadro importante de esa época es ‘El espectador’ (1984-1987), que incluye una figura en el centro que sugiere una escultura con una cabeza simplificada.

La obra, calificada como un autorretrato metafísico o poético, mezcla distintos tipos de azul y rojo en varias superficies, marcando “tonalidades de emociones”, como el artista definía su proceso de trabajo.

Durante gran parte de su carrera, Hodgkin buscó dejar en claro a los críticos que sus pinturas eran representaciones y no abstracciones.

La retrospectiva incluye su último cuadro ‘Retrato del artista escuchando música’, una pintura que finalizó en 2016 y que le llevó cinco años en completar.

Se trata de una obra compleja con enérgicas pinceladas en grises, negros, amarillos y verdes, sobre un fondo rojo.

Una figura en negro aparece mirando hacia la luz o una ventana, representada por pinceladas más claras y puntos gruesos.

Las franjas verdes verticales dan cuenta de un empapelado o decoración. Es un cuadro que parece tratar de investigar las preocupaciones del hombre ante la cercanía de su propia muerte.

Hodgkin, que estaba en silla de ruedas cuando pintó su último cuadro, escuchó dos composiciones musicales al trabajar en esa obra: ‘The last time I saw Paris’, compuesta por Jerome Kern, y un tema de la película de 1949, El tercer hombre, las que le recordaron momentos significativos de su vida.

A pesar de que el artista comenzó a pintar a finales de los años 40 y continuó hasta meses antes de su muerte, los expertos de su obra consideran que su período más importante y significativo fue en los 80.

Uno de sus cuadros más conocidos es de esa época, ‘Una cosa pequeña pero mía’ (1983-85), una mínima pintura llena de colores básicos, formas puras y expresión, que complica la noción de autorrepresentación, oscilando todo el tiempo entre el ‘ver’ y el ‘ser’.

Paul Moorhouse, encargado de la muestra, dijo que la retrospectiva “es un momento histórico” para la National Portrait Gallery. “Por primera vez hemos organizado una exposición que incluye pinturas que parecen en principio ser abstractas. Los cuadros de Hodgkin son poco ortodoxos porque representan memorias y emociones en lugar de figuras específicas. Son imágenes maravillosas y sensuales que hablan enteramente de personas”.

Hodgkin, nacido en 1932 en el barrio londinense de Hammersmith, y que durante la Segunda Guerra Mundial debió ser evacuado a Long Island, en Estados Unidos, es considerado por la crítica especializada como uno de los artistas británicos más importantes de los últimos 50 años.

“Su último retrato es una celebración de su vida y un guiño a la energía vital que tuvo hasta el final”, declaró Moorhouse. “De alguna manera completa toda su historia. La exposición incluye el primer cuadro que pintó, a los 17 años, y el último que llegó a terminar, así que toda su carrera artística ha quedado ahora enmarcada”.

Howard Hodgkin: Amigos ausentes se podrá ver hasta el 18 de junio en la National Portrait Gallery de Londres. (I)

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