Melba Hernández Rodríguez del Rey nació en la localidad de Cruces el 28 de julio de 1921. Sus padres, Manuel Hernández Vidaurreta y María Elena Rodríguez del Rey, fueron combatientes durante la Guerra de Independencia de Cuba.
En la Universidad de La Habana se graduó de doctora en Derecho. Posteriormente, en esa misma casa de estudios, obtuvo la licenciatura en Ciencias Sociales.
Participó activamente en las luchas contra el dictador Fulgencio Batista. Formó parte de los 134 combatientes que –en audaz operación militar- asaltaron el cuartel Moncada. Melba fue asignada a la columna que dirigía Abel Santamaría, que tenía como misión tomar el Hospital Civil. Luego de duros combates, la mayoría de los jóvenes revolucionarios fueron tomados prisioneros, torturados y ejecutados.
Melba y Haydeé Santamaría fueron detenidas y trasladadas al Reclusorio Nacional para Mujeres en Guanajay, situado a 60 kilómetros de La Habana. El sargento Batista -con su limitado funcionamiento neuronal- creyó que encarcelaba también la voluntad de lucha de una generación de jóvenes valientes.
Después de soportar estoicamente las duras condiciones de la cárcel, obtiene la libertad el 20 de febrero de 1954. Por encargo de Fidel Castro, Melba recauda fondos para la publicación del libro “La Historia me absolverá”, escrito por el líder máximo del Movimiento 26 de Julio. Luego se dedica a la distribución de esta emblemática obra, cuyo principal objetivo era concientizar a las masas de que la lucha que se había iniciado era para construir una nueva Cuba.
Se traslada a México para colaborar con el grupo de revolucionarios que se preparaban para el viaje de retorno a la isla. En el puerto de Tuxpan, el 26 de noviembre de 1956, despidió a los combatientes que regresaban a su amada Cuba a bordo del pequeño Granma. Desde la orilla observó cómo se perdían en el horizonte los nuevos libertadores.
Nuevamente en suelo cubano, Melba se incorpora al Tercer Frente del Ejército Rebelde.
Luego del triunfo de la Revolución cumplió varias tareas. Estuvo a cargo de las cárceles de mujeres de Cuba. Fundó y presidió el Comité Cubano de Solidaridad con Vietnam. Fue fundadora del Partido Comunista de Cuba y miembro de su Comité Central. Formó parte del directorio del Consejo Mundial de la Paz. Después del triunfo político y militar del pueblo vietnamita sobre Estados Unidos, Fidel la nombró Embajadora de Cuba en la República Socialista de Vietnam. Cumplió funciones como diputada en la Asamblea Nacional del Poder Popular. Fue distinguida como ‘Heroína de la República de Cuba’ y como ‘Heroína del Trabajo’.
Ya octogenaria, en una entrevista para la televisión -con la humildad que la caracterizaba- manifestó: “Me entregué a mi pueblo, me entregué a mi Patria. Creo que he cumplido con la vida, pero no tan bien. Quizás pude haber hecho muchas cosas más”.
Desde el 9 de marzo de 2014 su cuerpo descansa. No obstante, los firmes principios y la fecunda obra de Melba servirán de ejemplo para las nuevas generaciones de Cuba y América.
