Por escaso margen (51,9% contra 48,1%), Reino Unido (RU) decidió en referéndum abandonar la UE. El resultado refleja un país dividido. Así, la UE se enfrenta al desafío de continuar unida, sostener el euro y atenuar el impacto económico de la salida. Varios serán los efectos para RU y la UE.
El RU está integrado por la isla de Gran Bretaña (Inglaterra, Escocia y Gales) y la isla de Irlanda (del Norte y la República de Irlanda). El primer ministro Cameron, del partido conservador, apoyó la permanencia de su país en la UE, pero el ala extrema defendía la salida. El resultado es un triunfo para el partido de la independencia de Gran Bretaña y los euroescépticos, o sea la extrema derecha, que alega que estar en la UE es una falta de libertad, de soberanía, problemas de inmigración, etc., lo cual puede tener un efecto contagio, por lo que la UE apura la salida de RU, o sea los países de esas dos islas.
Con el tratado de Roma (1957), 5 países (Alemania, Francia y otros) constituyeron la Comunidad Económica Europea (CCE); en 1992, con el Tratado de Maastricht, se forma la UE con 15 países, con los pilares: unión económica y monetaria, libertad de movimiento de personas, bienes-servicios y capital, una política exterior, de seguridad común y cooperación. Después se integraron 12 países, entre ellos los del este (ex URSS), que forman un mercado de 500 millones de personas. A nivel institucional, se crearon la Comisión, el Parlamento, Consejo de Ministros y Banco Central Europeo, que definían las normas supranacionales, la política exterior y monetaria.
RU recién se incorporó en 1973. En 1957 no aceptó la invitación de formar la CCE y cuando quiso entrar fue vetado por Francia. RU tenía un trato especial en la UE: no circulaba el euro, no aplicaba el acuerdo Schengen (visa concedida por un país de la UE que permitía visitar a los 27 países), la política social y carta de derechos europeos no rigen, no aporta a los rescates financieros de países en crisis, etc. Previamente al referéndum, Cameron había renegociado con la UE el estatus especial de RU en lo referente a prestaciones sociales, laborales, etc., de los inmigrantes. En sí, tenía un pie adentro y otro afuera de la UE.
Los primeros efectos han sido una depreciación de la libra, fortalecimiento del dólar, caída de las bolsas, menor precio del petróleo, etc. Se prevé volatilidad e inestabilidad en corto plazo. Como RU es un centro financiero mundial, que aporta cerca del 10% de su PIB, la normativa que impone la UE rige a los 27 países miembros y eso afectaba a los intereses del sistema financiero de RU. Verá reducido su comercio con la UE, pues sus productos pagarán arancel, haciéndolos menos competitivos. Podrá imponer arancel a los países de la UE. Su sistema financiero podría afectarse por la salida de bancos y caería el nivel de actividad. El desempleo subiría. La situación se agrava por la baja de nota de la deuda inglesa por S & P como consecuencia de más déficit fiscal y mayor riesgo de esta. Habrá incertidumbre mientras no se conozcan los términos de su salida. (O)
