Hace unos tres años, la economista e investigadora colombiana, Gloria Gaitán Jaramillo, con tesis laureada sobre “La lucha por la tierra en Colombia en la década del treinta”, y una maestría en Ingeniería Cultural otorgada por la Universidad Europea de Madrid, España, estuvo en Quito para socializar su más reciente y novedoso emprendimiento cultural, la nominada Ingeniería Cultural, como disciplina, que tiene como propósito nodal, romper los quistes psicológicos u obstáculos epistemológicos, para ajustar la cultura ciudadana a procesos de participación. O sea introducir la psicología y la cultura como herramientas para el análisis económico. Tema que adquiere reconocimiento con el señor Robert Thaler, Nobel en Economía, 2017, quien descubrió lo “sensible” del comportamiento psicológico y lo fundamental del estudio de sus relaciones con la economía.

En el IAEN, Gloria expuso su pensamiento, despertando mucho interés y crítica constructiva; fue invitada allí mismo a dictar otra conferencia sobre el tema en La Capilla del Hombre y a presentar sus reflexiones en la Facultad de Sociología de la Universidad Central. Napoleón Saltos, entonces decano, y los miembros del grupo de Pensamiento Alternativo, que coordina, acogieron el reto de estudiar la propuesta.

La investigación culminó con la publicación del libro Cambios de las Culturas, Ingeniería Cultural y Pedagogía, coordinado por François Houtart, de inolvidable memoria.

En el primer capítulo, La Ingeniería Cultural en el futuro indoamericano, Gloria hace la presentación en sociedad de esta nueva asignatura. Explica que se diferencia de la sociología, la antropología, la lingüística, la ciencia política y la psicología, en que toma la información investigada por estas disciplinas con el propósito específico de analizar cuáles han sido los elementos de construcción de la cultura de una sociedad en particular, con el fin de desatar el proceso de cambio, trabajando en los cambios culturales requeridos para adecuarlos a los objetivos de progreso, creatividad, solidaridad y respeto a los demás.

Este año en septiembre, al ir a cumplir 80 años, Gloria quiso celebrarlos en Quito, porque, como lo manifestó públicamente, aquí siente mucha empatía, interés y apoyo intelectual a sus ideas. Sus dos hijas, Catalina y María, tomaron contacto con los miembros del grupo señalado, quienes propusimos que como eje central de las celebraciones y regalo de cumpleaños, le consiguiéramos una cátedra para que expresara su pensamiento.

Gracias al interés que tomó la directora del departamento de Historia de la Universidad Andina Simón Bolívar en Quito, Rosie Rueda, la conferencia tuvo lugar en el aula Manuela Sáenz, ante un numeroso público académico y de distinguidas personalidades de la política. “Me van a hacer el mejor de los regalos”, respondió, “van a querer escucharme sobre dos temas”.

Uno es “el análisis que fundamenta mi propuesta a Naciones Unidas para incluir el MEMORICIDIO como delito de lesa humanidad, a fin de que sea incluido dentro de la lista de derechos humanos violados”, y el otro socializar el Exploratorio Jorge Eliécer Gaitán, parque temático centrado en el tema de la cultura como factor central en la implementación de una democracia directa. Trataré de sintetizar lo esencial de ambos temas en próximas columnas.

Su conferencia nuevamente encontró entusiastas que quieren seguir escuchándola; uno de los asistentes ya la ha invitado para que vuelva a Quito. (O)