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El Telégrafo
Óscar Montero

Reforma urgente a nuestro sistema de educación superior

15 de enero de 2018

Hace unos días tenía la oportunidad de compartir un café con unos estudiantes de la Universidad Nacional de Loja. Ellos me comentaban la dramática situación por la que pasa esta universidad, intervenida ya hace más de dos años y que en este momento vive una huelga de estudiantes y profesores, con la finalidad de encontrar respuestas a los muchos problemas que aquejan a esta institución.

No voy a profundizar en un problema concreto de una Universidad, entre otras cosas porque no lo conozco a detalle, pero vengo denunciando a lo largo de los años, más de siete en este sistema de educación superior, los problemas de nuestro sistema educativo. La reforma realizada por el gobierno de Correa pretendía generar una educación de calidad, de excelencia. Dicha reforma generó importantes expectativas en los sectores académicos. La realidad se alejó mucho de lo esperado, la práctica de esta reforma aterrizó en un trabajo realizado al margen de la comunidad académica, las universidades quedaron excluidas y la reforma se tornó en un simple trabajo de despacho, todo quedó reducido a la propuesta de unos pocos.

El resultado no podía ser otro: se crearon normativas que reducían la autonomía universitaria, se planteó una suerte de inquisición académica que buscaba controlar el pensamiento crítico, se impusieron a las universidades exigencias imposibles de cumplir; por ejemplo el número de doctores que las universidades debían tener como profesores de planta y un sin número de reformas que pretendían ejercer un mayor control de las instituciones de educación superior, todo esto sin mencionar el fracaso y despilfarro generado por megaproyectos, tales como Yachay.

Hoy es urgente que se empiecen a afrontar los cambios que la educación superior requiere, no pensemos en paños calientes, trabajemos desde los diferentes estamentos para plantear una verdadera reforma que genere una política real para las necesidades de nuestra educación superior. No hagamos estas correcciones a espaldas de las universidades y sus actores, aprendamos la lección. (O) et

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