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El Telégrafo
Edmundo Vera Manzo

Rafael Correa: falta de autocrítica

22 de diciembre de 2017

Ningún ser humano es perfecto, incluido Rafael Correa. Lo grave es expresar que nunca cometió un error y, lo que es peor, negar con cualquier argumento la existencia de omisiones y graves acciones como presidente de su gobierno.

Me identifiqué con su política internacional soberana y de integración latinoamericana. Con la implementación de la infraestructura y la cobertura de los servicios de la educación en todos los niveles, en la salud, en lo judicial, policial, atención de los más pobres y los discapacitados. Igualmente con la construcción de las centrales hidroeléctricas.

En mi criterio, Rafael Correa cometió dos monumentales errores: no tuvo la grandeza de escoger a las mejores personas en cada función importante y no fue severo para perseguir a los corruptos de alto rango.

Escogió personas inteligentes, hasta talentosos, pero sin experiencia específica en los cargos, débiles de carácter y, en consecuencia, sin criterios para opinar con seguridad y solvencia. En esa forma Correa podía opinar y decidir en todos los temas sin recibir objeciones fundamentadas. Un sociólogo como ministro de agricultura. Economistas como ministros de educación, cualquier persona como ministros de defensa y otros cargos similares. No aplicó el refrán “Zapatero a su zapato”. Quienes deciden sin conocimientos específicos no pueden ser eficientes.

Desde el comienzo con el “comecheques” hasta el caso Glas, nunca tomó distancia cuando quedaron en entredicho y no actuó con severidad una vez que se comprobaba el delito. Velasco Ibarra al respecto era un iluso: creía que por ser amigo suyo, no podía ser ladrón. Y se dieron “los enloquecidos por el dinero”. Rafael Correa, por ser amigos de la escuela, colegio, universidad, boy scout y de su gobierno, tenía que negar la existencia de actos corruptos. Rafael Correa, si quiere tener futuro político, le hace falta una auténtica y profunda autocrítica. No es un emperador romano, dueño de la verdad. (O)

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