Este columnista tuvo en los últimos días tres contactos importantes con sectores de la juventud ecuatoriana. El 12 de noviembre presentó el documental sobre el Feriado Bancario ante 250 estudiantes del emblemático colegio Mejía, en que disertó sobre la masacre del 15 de noviembre de 1922, que contó entre sus principales culpables a la banca privada, en este caso representada por el Banco Comercial y Agrícola de Guayaquil, amo absoluto del Estado ecuatoriano en aquellos días. La receptividad de los estudiantes fue extraordinaria, a pesar de cierto resentimiento con el Gobierno a causa de los sucesos del mes de octubre, en que fueron detenidos varios jóvenes, en que no faltó la confusión entre el reclamo democrático y la siniestra manipulación de conocidos opositores del régimen.
El l4 de noviembre el autor compartió tribuna en Guayaquil con Viviana Bonilla, la carismática Secretaria de Gestión Política, ante 600 estudiantes del colegio Vicente Rocafuerte, en medio de estruendoso alborozo a favor de los postulados de la Revolución Ciudadana y enérgica condena a los masacradores del 15 de noviembre, congéneres de la partidocracia y los oligarcas de hoy. Finalmente, el sábado 22 de noviembre participó en el acto realizado en El Empalme por la Juventud Revolucionaria (JRAP), con presencia de más de 150 delegados de 17 provincias (el país tiene 24), donde la nota principal la puso un breve video sobre el comandante Ernesto ‘Che’ Guevara y la invocación a la espada de Bolívar. En la tribuna se destacaron Alfredo Vera Arrata, el decimero popular Pepe Regato y el periodista cubano Pedro Martínez Pírez, entrañable amigo de Ecuador desde los días iniciales de la Revolución Cubana. El anfitrión del acto fue el dinámico Alcalde de El Empalme.
En todas estas oportunidades fue posible captar el fervor revolucionario que anima a la nueva generación, que condena enérgicamente a las fuerzas del pasado y al imperio que aún nos sojuzga, como también se hace presente un sentimiento de fraternidad entre los jóvenes, por encima de las naturales diferencias, señalándose que es necesario acabar con el sectarismo que impide una mayor fusión de las fuerzas juveniles, especialmente si no se encuadran formalmente en las filas de PAIS ni optan por la correspondiente carnetización, debido a lo cual varios dirigentes indican que, por esta causa, los jóvenes se mantienen alejados de la llamada a elecciones internas del movimiento, que terminarían siendo expresión de escuálidas votaciones y ausencia juvenil.
Un pensamiento expresado en El Empalme por uno de los jóvenes y aplaudido por los demás se concretó así: “Nosotros estamos por la Revolución Ciudadana, por sus ideales y no por puestos directivos ni cargos públicos”. En consonancia con ello, los coordinadores pidieron que se les reemplace con nuevos dirigentes, designando una coordinadora general que tiene apenas 19 años. En todos estos actos hay enseñanza y lecciones que se deben recoger.