En ese conspicuo blog de odio llamado 4pelagatos.com uno de sus autores habla de que ‘El paquetazo llegó’. La impresión que da la lectura de dicho artículo es que se había estado esperando el supuesto ‘paquetazo’ con algo muy similar a la ilusión. Y no es para menos: casi diez años sin ‘paquetazo’. Para quienes se habían acostumbrado a vivir con este tipo de medidas, y no solamente eso, sino que además las creían recomendables en ciertas circunstancias, es como si, y desde luego llamando ‘paquetazo’ a cualquier cosa, por fin les hubiera llegado el gran pretexto para seguir despotricando desde lo que consideran su justa posición defensora de algo. Y ese algo no es más que el odio a Correa, o la intencionalidad de que, al igual que en otras regiones de América Latina, la tendencia política defendida por el actual régimen tenga un revés electoral y todo regrese al punto cero en el que esta historia comenzó.
Un escritor y analista político explicó, entre otras cosas, que estas derrotas sufridas en Venezuela, Argentina y también en Bolivia se deben a una falta de experiencia. Después de todo, lo que aquí el Presidente llama ‘partidocracia’ lleva gobernando nuestros pueblos y países quizás durante más de un 90% de nuestra vida republicana. O sea, se las saben todas. Sobre todo, todas, absolutamente todas las tretas para mantenerse en el poder al precio que sea. La condición humana con su peor cara se anuncia detrás de cada palabra, de cada aparente publicación que solamente defiende ‘las libertades’, así, en plural, que pretenden dar la idea de que estamos viviendo en Alcatraz y que antes de Correa el Edén era una pocilga junto a la maravilla que se experimentaba en este país.
¿Por qué, por ejemplo, todos estos ‘blogs’, ‘periódicos digitales’ y afines no han dicho ni un décimo de palabra, ni se ha escrito en ellos una letra en relación con la censura –que no es otra cosa– que ha sufrido Telesur en el gobierno de Macri? ¿Acaso eso no es atentar contra la tan defendida ‘libertad de expresión’? ¿Por qué no se han pronunciado abiertamente sobre el aleve y brutal asesinato de la activista guatemalteca Berta Cáceres, que merece también atención y presencia en el ámbito noticioso latinoamericano y mundial? ¿Por qué, pasando por encima de cualquier ética y delicadeza de alma han decidido, vergonzosamente, volver una y otra vez sobre el dolor de dos familias argentinas ante el asesinato de sus hijas porque eso les daba pábulo para regodearse en sus ataques al régimen actual?
‘El paquetazo llegó’, dicen, refiriéndose a los impuestos que tocan cigarrillos, alcohol y bebidas azucaradas. No importa que no fumes, no bebas y no tomes Coca Cola. De algo hay que morirse y, sobre todo, por algo hay que matar, aunque sea con palabras como balas, más allá de cualquier baja del precio del petróleo o de la ausencia de ‘paquetazos’ hasta este momento, pues como la amnesia es selectiva, ellos ya no se acuerdan de los verdaderos ‘paquetazos’ de todo tipo que se vivió durante mucho tiempo en este país. Tal vez la nostalgia les funciona mejor que la integridad, pues los años no pasan en vano. (O)