De los peores enemigos que tiene la historia como la memoria social es la ideología neoliberal. Socaban los cimientos del pasado para imponer falacias discursivas y presentarse como opción política para el futuro. Caso ejemplar es el de la OXY. Por eso vale recordar que fue el gobierno socialcristiano de León Febres-Cordero el que firmó el Convenio con el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI) del Banco Mundial en 1986. Atando al Ecuador a los intereses de las transnacionales. Esa era la lógica de la seguridad jurídica que tanto anhelaban para desarrollar ese mito de la economía social de mercado, del modelo exitoso. Un modelo fallido, fracasado que condenó al Ecuador por décadas a la pobreza, la inequidad y la desigualdad social. Que impusieron al país una deuda externa inmoral. No debemos olvidar que fue el gobierno de Sixto Durán Ballén el que firmó el Tratado Bilateral de Inversiones (TBI) con Estados Unidos en 1993.
Haciendo del CIADI el foro para la defensa de los intereses de sus empresas contra el Estado. Pérdida flagrante de la soberanía. El gobierno de Gustavo Noboa en 2001, vía decreto, ratificó ese Convenio con el CIADI. Fue en ese contexto que OXY en el año 2000, vendió parte de sus acciones (40%) a una empresa canadiense (AEC), violando lo establecido en el contrato de participación. El lunes 15 de mayo de 2006 el gobierno de Palacio dio por terminado el contrato. Dos días después OXY solicitó un arbitraje al CIADI, exigiendo $ 3.370 millones, argumentando que el Ecuador violó el TBI. En 2012 el CIADI dictaminó un laudo a favor de OXY por $ 1.769 millones. Llegando al absurdo de reconocer en el laudo que OXY -que invirtió millones de dólares en cabildeo político contra el Ecuador- violó la ley pero que la caducidad del contrato era una sanción “desproporcionada” por tanto “ilegal”. Estupidez total. Así funciona la lógica neoliberal. Así nos sometieron a arbitrajes internacionales que defienden exclusivamente los intereses del capital transnacional.
No debemos olvidar que el gobierno de Rafael Correa en 2009, denunció y dio por terminado el Convenio con el CIADI y derogó el mencionado decreto de Gustavo Noboa. En 2013 se creó la Comisión para la Auditoría Integral Ciudadana de los Tratados de Protección Recíproca de Inversiones y del Sistema de Arbitraje Internacional en Materia de Inversiones (CAITISA). Esta Comisión en 2014, visibilizó que las empresas transnacionales tienen más del 62% de posibilidades de ganar los juicios… Hace unos días el laudo final se hizo público: Ecuador debe pagar más de $ 1.000 millones; después de lograr una reducción de más de $ 700 millones. El monto a pagar equivale aproximadamente a más de 200 Escuelas del Milenio o más de 20 milbecas de estudio. El CIADI dictamina que el pago es de efecto inmediato. Que respondan ciertos banqueros, empresarios, que se beneficiaron de un neoliberalismo que desmanteló el país. Que respondan sus representantes políticos que firmaron esos convenios, decretos entreguistas. Que paguen ellos el precio de haber vendido la soberanía nacional. Que tengan un poco de vergüenza y den la cara. (O)