Las elecciones presidenciales argentinas muestran la lucha del peronismo contra la derecha (Frente Cambiemos). Los disidentes peronistas como el Frente Unido (Massa), A. Rodríguez Saá, etc. buscan su propio espacio, lo cual fracciona los votos del oficialismo, pero la oposición también está dividida.
De la Rúa renunció a la Presidencia en 2001, dejando una grave crisis económica y Cavallo, ministro de Economía, buscó mantener la convertibilidad (cercana a la dolarización), pero el Presidente interino la eliminó y aplicó medidas anticrisis. E. Kirchner fue elegido presidente y Daniel Scioli vicepresidente, en 2003.
Sacaron de la crisis al país y aplicaron una política económica antineoliberal, reactivaron la economía que, dado el boom de las materias primas, redujo la pobreza, aumentó el empleo, renegoció la deuda externa y logró un crecimiento promedio de 9% (2003-2007). Después de su muerte, su esposa, Cristina es elegida Presidenta, reelegida en 2011, aplica un modelo de sustitución de importaciones, aumenta el gasto público y redistribuyó el ingreso para reducir la pobreza e indigencia pero, después de la crisis financiera internacional de 2008 y el fin del boom de las materias primas, la economía se deteriora con un bajo crecimiento, alta inflación, déficit fiscal, devaluación, etc. La recesión de Brasil augura mayor declive en Argentina y menos apoyo popular.
Scioli, como candidato presidencial, propone pasar al desarrollo sostenido, basado en la reindustrialización e infraestructura (con inversión pública), expansión del gasto y política tributaria progresiva, generación de empleo, y continuar la redistribución del ingreso (vía gasto social), reducir la inflación y flotación administrada del tipo de cambio para incidir en esta última. Sería el peronismo kirchnerista remozado.
El programa de Macri (Cambiemos) plantea: economía de libre mercado, flotación libre del tipo de cambio asociada a entrada de capitales; apertura e inversión externa; reducción del déficit fiscal en base a eliminación de subsidios, aumento de tarifas, quita de impuestos agropecuarios y a las ganancias, endeudamiento externo; baja de la inflación y mantener los programas sociales. Es un programa ortodoxo apoyado por Cavallo. Está acusado de escuchas ilegales y es asesorado por el ecuatoriano Durán Barba. Fortaleció su posición aliándose con Unión Cívica Radical (de Alfonsín), relievando su gestión y reelección como alcalde de Buenos Aires y presidente de Boca Junior.
Al candidato peronista le afectan los casos de corrupción del gobierno de Cristina (el Vicepresidente está acusado) y la dudas sobre la muerte del fiscal A. Nisman que investigaba el atentado contra la Asociación Mutual Israelí-gaucha. Scioli, que tiene a su favor la política social gubernamental y la división de la oposición, tiene más posibilidades de ganar. En economía está en juego la adopción de un modelo basado en la demanda interna y estado intervencionista y otro neoliberal de libre mercado sustentado en la demanda externa e inversión extranjera. (O)
