Ecuador, 09 de Mayo de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
César Hermida

Modelos hospitalarios

30 de julio de 2016

A nuestra América llegó desde Europa, en los primeros siglos de la colonia, el modelo de hospital tipo “convento”, que allá alimentaba a los menesterosos, recibía peregrinos y alojaba a niñas de la nobleza que requerían ocultar sus embarazos. Fuera de las capitales hospedaba a las autoridades reales. “Conventos” en su gestión, arquitectura y función bajo la autoridad y el financiamiento del rey, de la Iglesia y el apoyo de los municipios locales.

La concepción individualista de la atención médica se vio fortalecida con el respaldo de René Descartes (1596 a 1650) que sostenía que “el cuerpo es una máquina maravillosa”, e influyó en el desarrollo de la medicina al formalizar la dicotomía cuerpo-alma descartando lo cultural subjetivo que le sería ajeno a la práctica médica. Con su “(Yo) pienso, luego existo”, contribuyó al enfoque individualista de la clínica.

En Francia, desde 1789, el hospital citadino pasó a la institucionalización de la práctica médica con el hospital “escuela” de investigación, docencia y servicio, dando prioridad a “la morgue” y a la “sala de clínica”. La relación morgue-sala de partos, produjo, décadas más tarde, la epidemia hospitalaria de mortalidad materna por infección (“fiebre puerperal”), debida a la falta de higiene al no lavarse las manos después de diseccionar los cadáveres, descubierta y denunciada por Ignaz Semmelweis (1818 a 1865) en el Hospital General de Viena.

Antes de 1789 cualquiera podía ejercer la medicina, desde entonces solo quienes se formaban en salas hospitalarias con educación médica universitaria reconocida.   Michel Foucault describe (en El nacimiento de la clínica. México, Siglo XXI Editores, 2006) el florecimiento de la clínica en torno al cuerpo humano. En el siglo XVIII el liberalismo, enciclopedismo y su ilustración, consolidaron el paso de la caridad al derecho en los servicios franceses, con los principios de libertad, igualdad, fraternidad. Se separó la Iglesia del Estado. Se integró el trabajo manual al intelectual. Se entendieron mejor las leyes sociales.

Las guerras napoleónicas perfilaron el hospital “cuartel” con el progreso de la cirugía (de guerra). El desarrollo tecnológico (de mercancías) generó la revolución industrial del siglo XIX con el concepto de “progreso”. El mercado se llenó de “remedios” e instrumental médico. El Estado respaldó a la empresa médica.

La modernidad capitalista del siglo XX produjo otros modelos (a verse más tarde) de hospitales y sistemas en los que la clínica se subsumió en esa formación social. (O)

Contenido externo patrocinado