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El Telégrafo
Luis Rosero

Marchas y leyes

23 de marzo de 2015

El 19 de marzo se realizaron marchas de organizaciones sindicales e indígenas que protestaban contra reforma laboral, ley de tierras, enmiendas constitucionales, salvaguardias, etc., a las que se sumaron ciertos colectivos y exministros.

La respuesta del Gobierno fue por dos vías. Por un lado, el Presidente inauguró la central hidroeléctrica, un centro de salud en Riobamba y reunión gobierno-empresarios para tratar algunos temas del acuerdo alcanzado semanas atrás. Por otro, en la Plaza de la Independencia se realizó una feria de artesanos y pequeños productores agrícolas, para vender sus productos; y hubo encuentros de los partidarios de AP para apoyar la gestión del Gobierno. O sea, la respuesta fue seguir adelante con la agenda económica-productiva, social y, por el lado político, remarcar el apoyo al régimen.

Si bien las marchas fueron significativas en las tres ciudades grandes del país y una intermedia, no tuvieron la magnitud que tenían cuando dichas organizaciones eran representativas y movilizaban fuerzas populares. Hay un movimiento sindical debilitado y dividido y una organización política indígena con menos fuerza. La principal demanda del Frente Unitario de Trabajadores (FUT) es sobre la reforma laboral que, según sus dirigentes, afectaría los derechos de los trabajadores. Al principio, el Gobierno planteó un nuevo Código de Trabajo, pero después lanzó la propuesta de reformas. Las organizaciones sindicales ahora reclaman un nuevo Código. Vino una misión de la OIT y se espera su pronunciamiento.

Se viene la reforma laboral a la que se oponen los tradicionales dirigentes sindicales. La principal demanda de la Conaie es sobre la Ley de Tierras que inicia la etapa de consulta prelegislativa. Los principales temas de la discusión son la redistribución de la tierra y una reforma agraria. En cuanto a lo primero, el Gobierno ha comenzado el proceso de entrega de tierras en poder del Estado, sobre todo a organizaciones de economía popular y solidaria. Dicha ley, como ya hemos señalado antes, generará conflictos con los dirigentes indígenas.

Los tres mosqueteros (exministros) acompañaron en la marcha apoyando la demanda de las organizaciones sindicales e indígenas, pero su principal planteamiento es respecto a las enmiendas constitucionales. Se oponen principalmente a la reelección presidencial. En esto coinciden, con partidos de derecha (CREO) y Compromiso Ecuador. Estas organizaciones no estuvieron presentes en la marcha.

Uno de los exministros ha manifestado que el Presidente debe aprender de Dilma, que señaló se debe escuchar a la calle. Pero, en el caso de Brasil, los indignados son grupos que protestaban por alza de transporte, mejora de calidad de los servicios públicos, corrupción, etc. Buena parte de ellos era clase media que busca ascender socialmente y materialmente. La marcha tuvo trasfondo político, sin mucho impacto, argumentando defensa de derechos laborales y políticos. Hubo otros grupos sociales que protestaron, deben ser escuchados, atender sus justas demandas y ser efectivos en la respuesta.

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