En la ciudad de Boston, estado de Massachusetts, funciona el Instituto Albert Einstein. Su director es Gene Sharp. En 1993 publica el libro De la dictadura a la democracia. En esta obra aparecen 198 acciones que el autor recomienda aplicar para desestabilizar una dictadura.
El Departamento de Estado de Estados Unidos se ha dedicado a clasificar a los gobiernos según sus intereses geopolíticos. Varios regímenes elegidos democráticamente son calificados como dictaduras, y viceversa. Citamos tres ejemplos: Egipto, Siria y Venezuela.
En el caso egipcio, la primera vuelta electoral se realizó durante el 23 y 24 de mayo de 2012. Hubo necesidad de ir a una segunda vuelta, que se efectuó el 16 y 17 de junio de 2012. El candidato Mohamed Morsi, del partido Hermanos Musulmanes, triunfó en los comicios y llegó al poder a través de elecciones democráticas.
El 3 de julio de 2013 se dio un golpe de Estado encabezado por Abdul Fatah al-Sisi. La dictadura militar gobierna –ilegal e ilegítimamente– hasta la presente fecha. Según las corporaciones mediáticas transnacionales, en Egipto no pasa nada; allí se vive una democracia.
Hay suficientes razones para que Alianza PAIS fortalezca la formación política, la capacidad de movilización de sus miembros y simpatizantes.Con relación a Siria, de conformidad con lo que dispone su Constitución, el Frente Nacional Progresista (del que forma parte el partido Baath, socialista) propone al Consejo del Pueblo (Parlamento) el candidato, quien debe tener el respaldo de los 2/3 de sus miembros. Una vez cumplido este requisito, se convoca a un referéndum. Para ser presidente, el candidato debe obtener la mitad más uno de los votos de los empadronados a nivel nacional. El 10 de mayo de 2007 el Consejo del Pueblo aprobó la propuesta y el 27 de mayo de 2007 los ciudadanos sirios se pronunciaron con un 97% de aprobación. En consecuencia, Bashar al-Assad fue electo presidente para un período de siete años. Se cumplió al pie de la letra lo dispuesto en la Constitución de Siria.
Para el caso de Venezuela, el 14 de abril de 2013 Nicolás Maduro se impuso sobre el neoliberal Henrique Capriles. Según cifras oficiales del CNE, la diferencia fue de 223.599 votos. Lo que no asimilan las élites es que –en democracia– se gana o se pierde por un voto.
Por tanto, hay evidencias de que las transnacionales mediáticas fabrican dictaduras o democracias, en los países donde así conviene a sus jefes.
En el libro De la dictadura a la democracia, se recomiendan algunos ‘métodos de protesta y persuasión no violenta’. Al amplio recetario de Mr. Sharp, los especialistas en golpes de Estado le han agregado algunos ingredientes que de no violentos no tienen absolutamente nada: presencia de mercenarios; francotiradores que asesinan a policías y manifestantes para provocar acusaciones mutuas y generar –allí sí– una espiral de violencia; generoso financiamiento externo para que las ‘protestas’ sean de largo plazo, de esta manera los ‘pacíficos manifestantes’ se convierten en generadores de caos a tiempo completo.
Con estos antecedentes, hay suficientes razones para que Alianza PAIS fortalezca la formación política, la organización, la capacidad de movilización de sus miembros y simpatizantes.
Cuando el momento llegue, la conciencia política y la disciplina de las mayorías se convertirán en un fuerte dique que detendrá las turbulentas aguas golpistas generadas por las élites criollas y sus jefes extranjeros.
Es importante contar también con el respaldo de los militares patriotas, que no permitirán que nuestra amada patria retorne a los sufrimientos que van de la mano de los regímenes neoliberales.
