La salud no es una mercancía sino un derecho, ha dicho el Presidente en su última sabatina (en muchas de las cuales se anuncian políticas de Estado). Como tal, la salud requiere un sistema nacional que garantice la cobertura universal de servicios con calidad y gratuidad (sin costo directo para el usuario, porque no hay nada gratuito). Este sistema, como política pública, fue propuesto por el movimiento PAIS desde 2006, apoyado por la mayoría en las urnas, incluido en la Constitución y aprobado por el pueblo mediante el referendo.
El sistema, como política estatal, se propone ratificarlo y ponerlo operativo por parte de la Asamblea Nacional mediante el nuevo Código Integral de Salud. El Código puede tener la influencia uruguaya (como señala la prensa), pero viene de las antiguas propuestas de los sistemas socialistas, del sistema nacional de salud inglés, del español, del canadiense y del taiwanés, como ejemplos apoyados por las poblaciones, pero en donde, desde luego, la derecha partidaria del mercado libre quisiera destruirlos.
Ha tardado varios años la construcción del sistema en el Ecuador, pero hay que saludar y defender la propuesta de esta política pública. Se pueden señalar críticas sobre el énfasis en el enfoque hospitalario, sobre la falta de atención primaria, sobre la ausencia de sistematización en la promoción de la salud, pero no se puede desconocer la prioridad dada al sector social, tanto en el establecimiento de políticas como en la planificación y en las asignaciones presupuestarias para la inversión y la operación de los servicios. El proceso ha sido lento, ha respondido al anhelo poblacional de la curación de sus enfermedades, con calidad y sin costo. Esa es su concepción, que la salud es la ausencia de la enfermedad. A ella corresponden los centros tipo C que disminuyen el acceso directo a los hospitales y las colas de los servicios tipo A y B que están más cerca de las poblaciones. El nuevo Código seguramente relacionará mejor a las instituciones mejorando la segregación de servicios y la segmentación presupuestaria.
La salud no es solo ausencia de enfermedad, pero es crucial la buena medicina con su aporte para diagnosticarla y curarla. Luego se puede discutir, entre pares, sobre el Fondo de Salud y la Superintendencia de Control que asegurará su calidad, mientras tanto, hoy saludamos la discusión de la ley que garantizará la política pública de acceso a cualquier servicio, para la universalidad, calidad y gratuidad de los mismos. (O)
