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El Telégrafo
Víctor Mendoza Andrade

La fiebre del planeta

30 de junio de 2015

Las temperaturas moderadas del planeta, durante la interglaciación del Holoceno (iniciado hace 12.000 años) favorecieron el desarrollo de la especie humana el Homo sapiens, el cual, aprovechando los recursos naturales, inventó la agricultura para, a lo largo de este período, desarrollar la civilización humana provocando importantes cambios en el medio ambiente.

La presencia humana en la Tierra fue posible gracias a la temperatura favorable del clima del planeta, dándole a su atmósfera las características protectoras de un invernadero.
Pero este equilibrio es frágil y cuando se pierde las consecuencias son desastrosas. En los tres últimos días de la semana en la que escribo esta crónica, han muerto en la ciudad paquistaní de Karachi, al menos 500 personas debido a la ola de calor que afecta a la región de Sindh (sur) con temperaturas de hasta 48 grados centígrados.

El calentamiento global se origina principalmente por la concentración en la atmósfera del dióxido de carbono (CO2), originado por el uso de combustibles fósiles responsable del calentamiento de la atmósfera más alto de los últimos 650.000 años, y un 35 por ciento mayor que antes de la Revolución Industrial (siglo XVIII).

Los científicos afirman “que la Tierra podría calentarse 7,2 grados  Fahrenheit (cercano a los 4°C) durante el siglo XXI si no reducimos las emisiones causadas por los combustibles fósiles, como el carbón y el petróleo, utilizados excesivamente por la industrialización”.

El cambio climático por el calentamiento global es uno de los retos más serios a los que se enfrenta actualmente el mundo.

El Grupo intergubernamental de expertos sobre el cambio climático de la ONU (IPCC), indica, sin la menor duda, que el uso de los combustibles fósiles es la principal causa del calentamiento global (CG); sin embargo, los países del G-7 (grupo de los países más industrializados del mundo) siguen quemando grandes cantidades de este material, pese a que existen alternativas eficaces, asequibles y renovables. Entre los desastres continentales originados por el CG, tenemos sequías y los incendios forestales cada vez más frecuentes. Los mosquitos portadores de enfermedades expandirán su zona de distribución y pérdidas de la biodiversidad.

Económicamente el control de los efectos del calentamiento global para el África costará más de 43.000 millones de dólares anuales de aquí a la década de 2080, y 84.000 millones de dólares hasta la década de 2100. Esto es 60 veces más que la ayuda financiera que los países del G-7 dan a África para agricultura y desarrollo rural, y más del triple de la ayuda total bilateral que el G-7 proporciona al continente africano.

En conjunto, todos estos desastres originados por el CG, propiciados por el consumismo, amenazan la seguridad alimentaria mundial. Así lo alertaron investigadores en una conferencia científica anual, en la que subrayaron que la producción de alimentos tendrá que duplicarse en los próximos 35 años para nutrir a una población mundial de 9.000 millones de habitantes estimados en 2050 frente a nuestros actuales 7.000 millones. (O)

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