Guayaquil celebró 480 años de su fundación. Día de celebración y reunión familiar, que invitó a festejar. Después de concurrir a los distintos eventos organizados por la Municipalidad y la Gobernación, ya sea en casa o fuera, muchos guayaquileños, turistas nacionales y extranjeros degustaron la comida típica de la Costa. Algunos, además de ir a Las Peñas, Malecón, Parque Samanes, etc., visitaron la feria gastronómica Raíces, organizada por el Municipio.
Las ferias gastronómicas se han iniciado en nuestro país con bastante éxito, atrayendo a nuestra gente y turistas.
El mes pasado se celebró, en Quito, el Festival de Comida Ecuatoriana (Mesabe) que mostró la comida de tres regiones del país, principalmente de la Sierra. Se han comenzado a realizar campeonatos mundiales de nuestra comida.
El año pasado resultó ganador el hornado de Imbabura. En mayo se celebró el Campeonato Nacional del Encebollado.
En la Feria Expo Milán 2015, Ecuador, además de promover los productos de exportación, mostró nuestra gastronomía al mundo.
Buena iniciativa del Ministerio de Turismo que contribuye a posicionar al país también como una potencia gastronómica y destacar nuestra comida como patrimonio cultural. Contribuyen a este objetivo los libros de cocina ecuatoriana como los de Jenny Estrada, chef Édgar León (sopas), Santiago Chamorro (cocina de autor), etc.
La feria Raíces, por segundo año consecutivo, presentó la variedad de la comida costeña, pero de ‘huecas’, que son sitios populares en donde se sirve exquisita comida costeña, principalmente guayaquileña, muy populares en nuestro medio.
El año pasado concurrí y probé el riquísimo seco de gallina de La Casa de los Secos, el caldo de salchicha de Yulán y, como postre, un delicioso arroz con leche, elaborado por una pastelería ubicada en Pascuales.
Hay que probar la comida para saber lo delicioso que es la mesa costeña. Algunas de las ‘huecas’ fueron declaradas destinos turísticos gastronómicos.
En la feria de este año se invitaron ‘huecas’ de Manabí, El Oro, Guayas, Riobamba y Pichincha. Me serví un delicioso caldo de bolas del restaurante El Jardín, un riquísimo arroz marinero de Don Juan, una resbaladera (chicha de arroz) preparada por la ‘hueca’ La Tradicional y, como postre, un helado de maracuyá y chía de la heladería Dulce Placer, de Quito. También vi cómo se servía una sabrosa lisa asada y hornado de Riobamba.
Ha mejorado la organización, se amplió el sitio para servirse. Este año se notó el esfuerzo de los emprendedores culinarios y de los organizadores.
Como en 2014, había mucho público, mostrando el interés de los guayaquileños, coterráneos y turistas por disfrutar de su comida.
Este evento, que está contribuyendo a posicionar a la comida costeña, tradicional y patrimonial como gastronomía internacional, fue exitoso.
Para ello se requiere diseñar y aplicar políticas públicas, culturales y leyes para el patrimonio alimentario tradicional, establecer alianzas entre los GAD, Ministerio de Turismo, sector privado y economía popular (microempresas) y solidaria. (O)