El diario El Universal, versión web, publicó, previamente a las elecciones, una encuesta indagando qué iba a faltar en la mesa de los venezolanos en las festividades decembrinas. El desabastecimiento de la canasta básica, la crisis económica, la clase media, el dólar, etc., son los principales factores que llevaron al descontento por la gestión chavista que se manifestó en las urnas. Tal es el descalabro que el voto de castigo fue claro y contundente que remarca el fin de un ciclo político en América Latina.
En abril de 2013, en mi artículo ‘¿Fin o continuidad de la Revolución Bolivariana de Chávez (II)’?, antes de las elecciones, señalé que Maduro “puede ser elegido con el apoyo de los sectores populares, pero sin el respaldo de parte de la clase media. Pesará la redistribución de la renta petrolera hacia esos sectores y el legado e idolatría a Chávez. En el mismo también expresé que había tres problemas económicos críticos: la inflación, el déficit fiscal y el problema cambiario, que fueron analizados en el siguiente artículo ‘Encrucijada económica de Venezuela’, del mes y año señalado.
Las tendencias económicas hacían prever el rumbo de la economía y esta jugó un papel crucial en las elecciones legislativas, alcanzando la oposición la mayoría. En efecto, el INE y el BCV reportan el índice de inflación hasta 2014 de 68,5% pero no el de 2015, que estimaciones señalan sería de alrededor del 100%. Esta hiperinflación destruye el poder adquisitivo de los consumidores que, además de no poder comprar, por no haber bienes básicos (cualquiera sea la razón), los adquirían a precios mayores. Por ello, el Gobierno decretaba aumento de salarios que perdían de inmediato su poder adquisitivo.
Tampoco se publican datos sobre crecimiento, pero la Cepal estimó que hubo en 2014 una contracción de 3% y que para 2015 sería de 6,7% y en 2016 de 7%, lo que implicó que la tasa de desempleo urbano en el año anterior fue de 7,2% y que será mucho mayor en años siguientes. Dada la caída del precio del petróleo, principal ingreso del presupuesto, el déficit fiscal creció fuertemente. La Cepal estimó que el resultado global del Gobierno de 2014 fue 2,8% del PIB. Las estimaciones para este año rondan el 10%.
La situación cambiaria es muy complicada. Desde la instauración del Sistema Complementario de Administración de Divisas (Sicad II) se mantiene un esquema de cambios de subasta de divisas, pero el tipo de cambio de mercado negro supera largamente al tipo oficial. La falta de liquidez de divisas obliga, en la práctica, al BCV a un racionamiento de divisas. Este esquema aumenta las expectativas de inflación. Así, algunos productos, con la alta inflación, son transados en dólares.
La corrupción, errores, la crisis, etc., sobre todo la escasez, generaron desequilibrios internos y externos insostenibles, por lo que el ajuste es impostergable, lo cual afectaría la política social. Con este resultado, con la mayoría absoluta obtenida por la oposición, le da oportunidad de desplazar al chavismo y marcaría el fin de la Revolución Bolivariana. (O)
