Especulan los comerciantes, mientras el plazo vence, si en la feria no se logra vender todos los productos y para evitar el varamiento, nos vamos al remate final. Como ya vivimos un intenso proceso preelectoral, previo lance de 2017, agrupaciones políticas alineadas en fustigar al régimen del Buen Vivir y a su gran líder, Rafael Correa Delgado, a manera de oferta o subasta, invaden el territorio nacional con una retahíla de candidatos y precandidatos salidos de sus refugios, carentes de firmeza ideológica, sin factibles programas de gobierno y muy lejos de servir a la mayoría de los ecuatorianos y a la patria; pero eso sí, todos coincidentes en echar al suelo, las conquistas sociales logradas por el régimen de la Revolución Ciudadana y volver al paraíso neoliberal. Es evidente que en esta etapa de ensayo preelectoral se observa la movilización, en el mercado libre, de los políticos ambiciosos, principalmente de los traidores, que tras beneficiarse en este Gobierno buscan desesperadamente posiciones para entrar en el reparto de las utilidades o migajas, que ofrecen los presuntos triunfalistas en la próxima jornada electoral.
Como si se tratase de una subasta, se exhiben presidenciables hasta seleccionar solo uno; el más atractivo, locuaz, astuto y atrevido para que entre al ruedo a competir e intentar llegar a Carondelet; pero resulta que la gestión no prospera, si se considera que la oposición cada día se resquebraja más, a no ser que al final, la Casa Blanca, la CIA y el Pentágono llamen al orden y emitan su dictamen inapelable.
En la promoción para negociar, como acostumbra el resto de la partidocracia, constan, entre otros; el hijo del PRE, ahora Fuerza Ecuador, iluso y pertinaz; no despierta entusiasmo. Heredó de su padre un partido, reducido a membrete. Lenin Hurtado, dirigente del extinto MPD, que a pesar de su estatura, solo lo conocen sus familiares y unos cuantos vecinos. Un exrector universitario, de dudoso desempeño en su cargo por cobros indebidos, sociolisto, pretende atenuar las acusaciones exhibiéndose en la galería de los aspirantes al solio presidencial. En el sector de Pachakutik, sobresale una experta bullanguera, con ínfula de mando, decidida a pactar hasta con el diablo para no perder vigencia en la actividad política.
El Prian o Avanza Ecuador, con su Álvaro Noboa, insiste en el sueño presidencial. Lo más detestable es el comportamiento desleal de Ramiro González, con la entrega de su Avanza a la oligarquía socialcristiana, olvidándose de que hace poco, como funcionario de este Gobierno, lo declararon persona no grata. El traidor es el ser humano más despreciable en cualquier territorio. Ni hablar de Sociedad Patriótica, si la era de los Gutiérrez ha terminado. A hurtadillas se movilizan Paco Moncayo y Washington Pesántez, en su desesperación por ser tomados en cuenta. El exbanquero de CREO, como se va quedando solo, busca aliados mediante dádivas, aquí y en el exterior.
Los grupos de oposición, que prevén otra derrota en 2017, se unen mediante el Acuerdo Nacional por la Transparencia Electoral, pero solo para invocar a la OEA su intervención y control, con el cálculo malsano de deslegitimar los resultados de la futura contienda.
El panorama preelectoral no es muy claro; como faltan espacios por llenar, los dispersos grupos de oposición sortean opciones, ensayan alianzas, pero no aciertan derroteros, acosados por sus intereses y ansias de poder y riqueza.
Mientras Alianza PAIS, en y sin campaña electoral, fortalece sus cuadros dirigentes, amplía los debates y concentraciones populares, impulsa los cursos doctrinarios e insiste y ratifica la unidad con los sectores progresistas para continuar el proceso de cambio por una patria nueva, sin explotadores ni explotados. (O)
