Ecuador, 14 de Mayo de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Werner Vásquez Von Schoettler

El retorno de los independientes

19 de mayo de 2014

Cada uno tendrá que hacerse responsable por los resultados electorales del pasado 23 de febrero. Ya las primeras sorpresas vienen con declaraciones de ser ‘independientes’; todo ese rollo discursivo de los años ochenta y noventa del siglo pasado. Recordemos cuántas veces los políticos neoliberales se autoproclamaban independientes para forjar una opinión pública —en contubernio mediático privado— para parecer personas eminentemente técnicas, de buen corazón, preocupadas por los más pobres.

El discurso de ser independiente es aquel que separa la lógica económica del de la política. Proclamarse independiente es la aspiración a que un ente superior dirija los destinos de la sociedad; ente que mágicamente distribuirá y redistribuirá lo que a bien tenga. ¿Cuál ha sido ese ente misterioso? El libre mercado. Aquella falacia conceptual-ideológica que vendieron a muchos países y que lo pagaron bien caro, endeudándose y privatizando lo que más pudieron. Esos viejos modos de hacer política aparecen con nuevos rostros jóvenes que a lo que más tienen miedo es al control a un enriquecimiento sin límites; que busca que el Estado en su modo central o territorial se contenga, se achique y que restrinja su capacidad de redistribución de la riqueza. Gramsci usaba un concepto: revolución pasiva, para dar cuenta de la dialéctica de restitución del viejo orden de la dominación.

Esa restauración pasa por reivindicar el pasado moral, al cual siempre consideran que fue mejor que el presente; que hoy se vive en permanente pecado económico y hay que santificar el virtuosismo mercantil monetario. Con ese discurso ‘convencen’ a funcionarios a quedarse con la nueva autoridad… Lo central con la restauración es extirpar toda idea y praxis de radicalidad. Por eso llegan a hablar de justicia social, de inclusión, de participación, de respeto, de bajar impuestos… en fin, de ser independientes. Y ¿cómo es posible que esto aún suceda? porque el sistema capitalista imperante lo es en medida en que puede innovarse como tal y genera las condiciones para que aquellos independientes surjan. El sector de mayor disputa sigue siendo la clase media y sus estratos, que quieren una nueva sociedad, pero no modificar su patrón de consumo, sino consumir más, y si es importado, mejor. Si quieren redistribución de la riqueza es para que les toque más dinero para gastarlo, pero quieren pagar menos impuestos y, si es posible, evitarlos.

Están de acuerdo con la disminución de la pobreza, pero que eso no implique ningún tipo de subsidios a los pobres. Sueñan con que el país firme rápido tratados de libre comercio para no tener que sacar visa y viajar por el Viejo Continente. No quieren que haya control sobre la especulación de bienes raíces para engordar sus propiedades, etc. Ya veremos si la disputa política está en bajar las multas o hacer de las ciudades los lugares de la restauración neoliberal.

Contenido externo patrocinado