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El Telégrafo
Luis Rosero

Derrota de la derecha española

30 de marzo de 2015

El triunfo de Syriza en Grecia marcó el inició de nuevas tendencias en la disputa del poder político en el sur de Europa. En efecto, en las elecciones parlamentarias de la región autónoma de Andalucía, los nuevos partidos arrebataron al Partido Popular e Izquierda Unida votos, reflejando un viraje en las preferencias del sur español.

En efecto, en las elecciones parlamentarias de 2012, el Partido Popular (PP, derecha) alcanzó el 40% de los votos (50 escaños), el Partido Socialista el 35,4% (47 escaños) e Izquierda Unida IU 11,3% (12 escaños); en 2015 el PP obtiene 26,6% (33 escaños), el PSOE 35,5% (47 escaños) e IU 6,9% (5 escaños). Estos resultados muestran un derrumbe en las preferencias electorales del PP que son reemplazadas por 2 nuevos partidos Podemos y Ciudadanos.

Como dijimos en un artículo anterior: “En las próximas elecciones, el PP y el PSOE podrían correr la misma suerte que la derecha griega, dependiendo de la evolución de la situación de Grecia, el comportamiento económico español y si Podemos suma más apoyo de la población y clase media afectada por la política de austeridad que quebró la cohesión social”.

En efecto, hubo un voto de castigo a la derecha por su política de ajuste y de reformas estructurales que generó una crisis social con aumento del desempleo, pobreza, indigencia, etc. que redujo el nivel de vida de millones de españoles.

Otro elemento importante en la debacle de la derecha española es la corrupción. En el caso Gurtel, el juez, según la prensa española, da por sentada la existencia de una contabilidad paralela en el PP desde 1990 a 2008, que se nutría de donaciones de empresas que recibían contratos públicos, la cual servía para pagar sueldos complementarios a políticos, campañas electorales y sedes del PP. Este es uno de varios de los casos que montaron un circuito de corrupción en la que están implicados empresarios y políticos del PP.

Mientras la población sufría por la política de austeridad, los bancos eran rescatados, los políticos corruptos recibían dinero sucio.

En un artículo sobre la corrupción de la derecha señalamos: “Según la prensa, hay ramificaciones a otras alcaldías y comunidades autónomas, empresarios y bufetes de abogados. Parte del dinero, aportado por empresas, iba a parar a fundaciones manejadas por el PP para financiar ilegalmente sus campañas electorales. Se agrega el caso Pokemon, de sobornos de políticos del PP, y otros para adjudicar la contratación de servicios municipales”.

En síntesis, la derrota de la derecha española se debe principalmente a la corrupción y a la política de austeridad que causó una crisis social, pérdida de confianza y credibilidad en los gobernantes del PP. Vienen las elecciones municipales y, a fines de año, las elecciones parlamentarias generales que podría significar nuevo rechazo al PP, el recambio del gobierno y la consolidación de nuevos partidos, surgidos de los indignados, que acabarían con el bipartidismo. Se parecería al camino seguido por Grecia, lo que implicaría un nuevo rumbo económico y social.

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