Ecuador, 15 de Mayo de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Xavier Lasso

Aporofobia

17 de julio de 2018

En la costas mediterráneas pululan los yates de ricos y famosos. Estrellas deportivas, del cine, del canto hacen alarde de su nueva condición: millonarios. La mayoría de ellas vinieron al mundo en precarias condiciones, de hogares verdaderamente pobres, con padres que fregaban pisos, escarbaban en la basura. Eran los condenados de este mundo, sin visa ni recursos para desplazarse por el planeta.

El fútbol, el entretenimiento, hizo que cambie su situación. Son unos poquitos entre miles de millones que hoy pueden desplazarse por doquier, usan pasajes de primera clase y las puertas migratorias se les abren entre lisonjas y bienvenidas.

A propósito del mundial que acaba de bajar el telón (¿ahora qué va a ser de nuestras vidas sin la diosa redonda?), bien cabe recuperar a una filósofa quizá poco conocida en nuestro medio: Adela Cortina, Valencia-España, académica y que gracias a su tenacidad se ha acuñado una palabra que debió esperar más de 20 años para que la academia de la lengua, tan rígida ella, la adopte y nos la proponga por su valor intrínseco: aporofobia. Áporos: sin recursos; fobia, como bien sabemos: miedo. Estamos ante una palabra que ha empezado su recorrido en la conciencia colectiva para definir, significar, este tan extendido miedo a los pobres.

Vimos en la pantalla trajeados de héroes, sobre todo a jugadores de origen africano, que defendían las camisetas de las más distintas selecciones: Umtiti, Mbappé, Mina, Lukaku, Neymar, botón de estos íconos que pueden recorrer el mundo gracias a que han dejado de ser pobres y que representaron a poderosas selecciones de Europa, la gran mayoría; esa Europa que inhumanamente ha condenado al naufragio a cientos de miles de migrantes.

Para entender al mundo occidental, dice la filósofa valenciana, rigurosa, no exenta de sentido del humor, algo que caracteriza a las personas verdaderamente inteligentes, no basta con nombrar el odio al extranjero: xenofobia. En realidad hemos venido demostrando miedo y odio al indigente. Las murallas de Trump no se levantan al Norte del país que él representa; se levantan al Sur, en donde hay muchos pobres y excluidos; las murallas intentan detener la libre movilidad de los pobres, son ellos a los que se rechaza, a los que les tiene miedo y odio.

Esta es la idea que pretende representar el neologismo aporofobia. Y quizá le asista enorme razón a esta filósofa, cuando por todos lados vemos cómo se criminaliza al migrante, que llega pobre y escapando del hambre, de la guerra, del fanatismo. En épocas neoliberales es el dinero y el mercado los que excluyen y crean parias, al que se le cierran todas las puertas. Aporofobia es la maldita emoción en este mundo de egoísmos. (O)

Contenido externo patrocinado