Richard Espinosa, titular del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), aclaró la deuda que el Estado mantiene con el IESS. Destacó que mantendrá reuniones con el Ministerio de Finanzas para establecer un plan de pagos y pide la creación de una comisión integrada por la ciudadanía. ¿Cuándo y por qué pidió a la Contraloría que se hiciera un examen a la deuda que tiene el Estado con el IESS? Formalmente hice la petición el 2 de noviembre de 2016. Tuvimos reuniones con la Contraloría, primero como consulta. Manifestamos nuestro deseo por dar solución a este problema y pedimos una auditoría. Contraloría dijo que nosotros debíamos dar el primer paso: motivar una acción administrativa. Modificamos el tema de la deuda en los estados financieros, teniendo cuidado de no topar el balance consolidado del IESS porque teníamos que esperar el informe final de la Contraloría. En febrero yo dije que cumpliríamos con las recomendaciones de la auditoría. Nos dicen que sí hay deuda pero no cómo contabilizaron desde el 2001 hasta el 2007. Hemos reconocido y cumplido las recomendaciones de Contraloría y actualizado los estados financieros. ¿De dónde proviene la deuda? Esta es una deuda que ningún gobierno pagó desde el 2001 que se genera a través de la Ley de Seguridad, derivada de la Constitución de 1998, en la que se pretendía que la seguridad social fuera privatizada. No se generó un reglamento para tener claridad de cómo ejecutar lo que establecía la ley. A eso se suma que el IESS, aunque tenía un sistema informático, no registró las atenciones en salud entre 2001 y 2007. ¿Qué respondería a aquellos que piden al presidente Lenín Moreno su destitución? Este tema pasa por lo técnico, por lo jurídico, y, aunque no quise, pasó por lo político. Podemos coincidir o no en los criterios, pero no hay que ser injuriosos. Se ha extendido la mano, pero esperaba que los pocos sectores que se han pronunciado me llamaran para explicarles. No fue así, prefirieron hacer un show mediático. ¿Qué opina de que digan que la deuda es producto de los últimos 10 años? La deuda no es solo de 10 años, es desde 2001. Está registrado y lo admitió la Contraloría en el informe. A esos sectores cuando les conviene la Contraloría actúa bien y cuando no, actúa mal. Sí me llamó muchísimo la atención que el señor Patricio Alarcón, de la Cámara de Comercio de Quito, y el señor (Roberto) Aspiazu, del Comité Empresarial, quienes nunca han defendido al IESS, ahora lo hagan, pero lo que más me sorprende es que ellos no aporten al IESS, aunque, parece ser, sí tienen ingresos económicos, así que esto no solo pasaría por la ética sino también por la evasión en el pago a la seguridad social en la que estarían incurriendo. Incluso pidieron una auditoría, pero yo tengo alrededor de 420 auditorías. ¿Quiénes son responsables? Si estamos hablando de haberle dado una solución ese soy yo porque hemos dado solución a un tema que nadie quiso topar. Si el tema fuera un asunto sancionatorio, sería más complicado porque debería sancionarse a la misma Contraloría. ¿Dónde están las inversiones? Hasta diciembre de 2016 teníamos $16.900 millones en inversiones en el Biess; en 2006 eran $2.400 millones. A esos $16 millones hay que sumarles las edificaciones, propiedades, etc., lo que se reflejará en el balance consolidado que lo enviaré a la Superintendencia de Bancos. En 2006 la rentabilidad de los fondos del IESS era del 0,03% y gracias a la creación del Biess subió al 7,5% y vamos a ir mejorando. ¿Qué universo de atención mantiene el IESS en la actualidad frente al que mantenía antes? Antes la prioridad de atención de los jubilados no era el IESS, era el sector privado. Gracias a la revolución en el sistema integral de salud ahora la primera opción es el IESS. En 2006 existía un 1,5 millones de afiliados, hoy tenemos 3,5 millones. Tener más afiliados representa más ingresos que permiten que se duplique el promedio de la pensión mensual que damos a los afiliados, siendo esta la más alta de Latinoamérica en promedio. Sobre atenciones médicas hemos roto récord. Solo en los dos últimos años generamos la construcción de 52 unidades médicas. Dentro de esa infraestructura, el hospital más grande del país, considerando el sector público y privado, es el de Los Ceibos en Guayaquil. También construimos la megainfraestructura en Machala; en Quevedo un hospital con 120 camas; en Lago Agrio, con 150 camas; La Mariscal, en Quito, Ponciano y Comité del Pueblo; Centros materno infantiles en Cuenca, Bahía de Caráquez y Puyo. En su etapa de finalización está el Megahospital de Quito Sur, con 450 camas; el de Manta, con 200 camas, ambos serán inaugurados en diciembre. Vamos a hacer el hospital Pediátrico en Quito; Centros materno infantiles en La Ecuatoriana, Tumbaco, Eloy Alfaro y Las Casas; tres centros de diálisis; un Hospital del Día y un Centro Gerontogeriátrico en El Batán. Repotenciaremos el Carlos Andrade Marín. Solo en Quito invertimos $300 millones. En todo el país se invertirán $1.000 millones. ¿Declararán ilegítima la deuda? No. Yo la he reconocido. El siguiente paso es reunirme con el Ministro de Finanzas para establecer un plan de pagos. Ahí podría ser práctico crear una comisión en donde intervenga la sociedad civil, nos reunamos y lleguemos a una solución. (I)