Sin darnos cuenta se nos acabaron tres realities y Ecuador ganó dos campeones en competencia física, un cantante, un bailarín nativo de la hermana Colombia y un ídolo júnior. Como nos atraparon más, visualmente, la primera por ser una semana completa y la otra por ser una gala de unas tres horas, nos pondremos a tono con las finales de Yingo e Ídolos Júnior. De la final de Calle 7, que goza de grata popularidad y rating, solo podemos decir que se cumplió lo esperado con Douglas Lascano y que alcanzó un récord con la bicampeona Julissa Jiménez. Yingo, por su participación gracias, padeció del mal del jurado malo que se vuelve demasiado meloso, y de ser permisivo con sus propias reglas, Joshua fue pedido por el jurado para cuartos de final y llegó a la semifinal; y por pedido del mismo jurado, los bailarines siguieron siendo cinco hasta semifinales. Lo realmente positivo de Yingo es que en la categoría bailarines efectivamente ganó el que mejor lo hizo en la final, a pesar de que fue uno de los ingresados con la competencia ya avanzada, Fabián. Por el otro lado, con los cantantes, aunque nos queden las lágrimas de Rogger al irse en cuartos de final, o el traje y la voz de la emotiva última presentación de Jei, se dio lo esperado, ganó Cesé el ‘Príncipe de Guayaquil’. Los jurados cumplieron su rol en las finales de una semana, pero en la finalísima fue el público con votos por SMS y likes en Instagram el que terminó de coronar a los dos campeones, reforzando la sinergia redes sociales y televisión. Lo más llamativo de todo Yingo, además de la pirotecnia, la banda en vivo y los efectos especiales para los finalistas, fue, en la final, ver un estudio lleno apoyando verdaderos nuevos talentos, como el cantante Iglesias o el bailarín Gabo. Ídolos Júnior dejó sin lustre esa semana de finales, enfrentando a cuatro duetos de un niño y un ídolo, en tres rondas, ante un jurado de cinco con dos votos secretos y a la expectativa de votos por SMS, en una noche cargada de energía, barras, historias humanas y un derroche de talento de cada niño finalista. Lo malo, era grabada. Imaginamos que lo de la grabación fue para garantizar la presencia de los ídolos, como Gerardo Morán, que había regresado especialmente de Italia, o de la jurado Lola Guevara, embarazadísima. Yuli Maiocchi estuvo impecable tanto en menciones como en interacción con participantes y artistas invitados -Juanita Burbano estrenando tema y los ganadores de las dos temporadas anteriores de Ídolos-, pero los niños -sobre todo la de imponente voz, Arellys Mendoza, y el coqueto Juan Proaño- se pasaron con su arte. Y aunque en casa podíamos gritar por Arellys, la choneñita apadrinada por Katty Egas, la historia personal y humildad pusieron a Kevin Izurieta, de Puyo, el protegido de Gerardo Morán, en primer lugar. Lo malo de la final fue tanto reconocimiento a la transparencia de la empresa tras el programa, Zanelli Producciones, que ya de por sí es comprobado por todos sus realities, especialmente en GamaTV. Una audiencia en estudio concentrada y cálida coronaron al ídolo júnior, ahora a ver Los Reyes en lugar de Yingo y Los Hijos de Don Juan por TC Mi Canal. (O)